Prevención o cierre: políticas económicas contra la epidemia de COVID-19
A finales del año pasado e inicios del 2020, los analistas veíamos con preocupación diversos escenarios de tensión económica, que en definitiva afectan el crecimiento global y ponen en riesgo los escenarios futuros de bienestar económico mundial:
- Guerra comercial, principalmente de EE.UU. contra China (aunque las medidas proteccionistas afectan a todo el que tuviese una balanza comercial relevante con EE.UU.).
- Conflicto bélico en Asia y Oriente Medio (Irak, Irán, Siria, las dos Coreas, etc.).
- Olas de migración de África a Europa, que desbordan las capacidades de muchos gobiernos.
- La caída internacional de los precios del petróleo. Véase también: Oil price wars in a time of COVID-19.
- El aumento del riesgo por el cambio climático y las consecuencias que conlleva.
- Las plagas de langostas que se han devorado todo a su paso en África y de la cual ya nadie habla.
- Las predicciones de una nueva recesión en los EE.UU.
- con todo lo anterior, hasta el Brexit pasa a ser un tema sin importancia.
Unos escenarios bastantes complejos por donde se quiera mirar, y aún así, nadie estaba preparado para el COVID-19 ("coronavirus").
Así, el viernes 6 de marzo, publicaba un post al respecto: Que no cunda el pánico con el COVID-19, en dicha entrada se incluye el enlace a un artículo publicado por McKinsey que contiene un dato curioso: "Este artículo tiene por objeto proporcionar a los dirigentes empresariales una perspectiva de la evolución de la situación y las consecuencias para sus empresas. El brote se está moviendo rápidamente, y algunas de las perspectivas de este artículo pueden quedar rápidamente desfasadas. Este artículo refleja nuestra perspectiva a partir del 1 de marzo de 2020. Lo actualizaremos regularmente a medida que el brote evolucione."
En este nuevo escenario cambiante donde realmente nadie sabe cómo va a terminar la historia, los gobiernos más preventivos se están preparando para una economía en el encierro. Para entender mejor este nuevo escenario de políticas económicas en tiempos del "coronavirus", recomiendo empezar por este artículo de opinión: La política económica ante la epidemia de COVID-19, publicado por Gonzalo García Andrés el 10/03/2020 en Blog NewDeal.
El 5 de marzo, como parte de una serie especial sobre la respuesta al coronavirus, el FMI había publicado -en su versión original en inglés- una entrada sobre las Políticas fiscales para proteger a la gente durante el brote de coronavirus (publicado en español el 9 de marzo).
Ante esta situación, en el siguiente artículo analiza el planteamiento para España, pero creo que todos los gobiernos deberían de plantearse lo mismo: ¿qué pasaría si...? (What if?): Algunos países de la Unión Europea han preparado un plan fiscal contra el coronavirus, ¿España lo necesita?. Entrada relacionada con otras cuestiones que hay que tener en cuenta, estudiar y trabajar en casa: El teletrabajo y el coronavirus, las empresas españolas poco o nada preparadas para que sus empleados trabajen desde casa. Ahora vienen las cancelaciones de clases presenciales y como solución para los centros que están preparados para ofrecer tomar las clases en línea. Aunque creo que en España se están tomando más en serio el pánico por el "coronavirus" con titulares como: Coronavirus: actuar rápido es más efectivo, hay que cerrar ya el país. Todo depende de la narrativa que a uno más le guste:
Finalmente, un artículo más académico sobre el Coronavirus y la Política Macroeconómica, que modeliza la situación actual: El consenso es que el brote de coronavirus causará un choque negativo en el suministro de la economía mundial, al obligar a las fábricas a cerrar e interrumpir las cadenas de suministro mundiales. Este artículo desarrolla un modelo simple para mostrar que la propagación del virus podría causar una caída impulsada por la demanda, dar lugar a un bucle de pérdida de la oferta y la demanda, y abrir la puerta a trampas de estancamiento inducidas por "espíritus animales pesimistas".
Yo mantengo mi opinión de mantener la calma (no al pánico) y plantearse las estrategias a seguir en función de diferentes escenarios. Sin lugar a dudas, lo peor sería no tener pensado, ni preparado nada en caso de que se cumplan escenarios adversos o negativos.
Excelente update: Aquí un plan de ayuda en caso de catástrofe diseñado para Europa, que nos ofrece una idea sobre cómo podría desarrollarse la crisis y la respuesta política adecuada.
Comentarios