Simulaciones y escenarios que muestran el impacto económico esperado de la crisis del COVID-19: Lecciones y recomendaciones

"May you live in interesting times"
(¡Ojalá vivas en tiempos interesantes!)*


*Es una expresión inglesa que pretende ser una traducción de una maldición tradicional china. Aunque aparentemente es una bendición, la expresión se usa normalmente de forma irónica; la vida es mejor en "tiempos poco interesantes" de paz y tranquilidad que en los "interesantes", que suelen ser tiempos de problemas. Fuente: Wikipedia.


A mis lectores, indudablemente todos estamos viviendo "tiempos interesantes", durante los cuales informar de la mejor manera posible es una cuestión clave, en mi blog intento no aburrirlos hablando todo el tiempo sobre el "coronavirus" y por ello hago el intento de postear un artículo sobre el tema a la semana. Donde, después de haber leído diversas fuentes de análisis económico les hago un resumen con la mejor información al respecto.

Una primera cuestión preocupante, es el desfase de inicio de la implantación de medidas de distanciamiento social y la fecha de cuarentena total, concretamente el que América sea de los últimos en aplicar medidas frente a la pandemia del COVID-19, también supone que seremos los últimos en salir del problema. En un principio se hablaba de manera generalizada que pasará lo de la pandemia para mediados-finales de abril, muchos gobiernos se están preparando o planteando una pérdida de los meses de junio (en el mejor de los casos) a agosto (en el peor de los casos). Este tipo de planteamientos no hay que verlos como alarmistas, sino como una información para elaborar nuestros escenarios y lo más importante de todo: cómo vamos a responder en estos casos.

En nuestra primera imagen, tenemos una simulación del New York Times para Estados Unidos (EE.UU.) aplicando el distanciamiento social por 14 días, tendrían como resultado esperado 128 millones de infectados, y seguiría habiendo casos al menos hasta octubre. En el gráfico de al lado derecho de la imagen, tenemos la simulación de aplicar el distanciamiento social durante 2 meses, bajo este escenario habría 14 millones de infectados en julio, sin embargo, se aprecia un repunte después de septiembre.
Fuente: New York Times

El siguiente cuadro es del BID con información al 25 de marzo, esta tabla nos muestra las fechas de primeros casos de COVID-19 e implementación de distanciamiento social y medidas de aislamiento en América Latina y el Caribe:
Fuente: BID

Las simulaciones que se presentan a continuación, han sido generadas con parámetros epidemiológicos derivados de estudios internacionales que no necesariamente reflejan la realidad. Más que predecir valores absolutos de número de casos y hospitalizaciones, las simulaciones presentadas aquí tienen el propósito de ilustrar que la disminución de la transmisión del virus a partir de la implementación de medidas de distanciamiento social tiene un gran impacto positivo en el control de la epidemia.

Estos escenarios permiten comprender visualmente el efecto de las medidas de control impuestas ante la situación de emergencia. Esencialmente, el aumento de la distancia social determinada por el aislamiento disminuye la tasa de transmisión del virus (denominada en términos técnicos como número básico de reproducción o R0). Estas medidas genera que la velocidad a la cual aparecen nuevos infectados sea menor y, por ende, esto repercute también en un menor número de casos graves por unidad de tiempo.
Fuente: Monitor de COVID-19 en Uruguay

Estas simulaciones nos dan una narrativa diferente a la tradicional, aquí el dato importante es el número de personas hospitalizadas pasado un período de tiempo determinado. Así, el primer gráfico muestra "sin distanciamiento social", 250 mil hospitalizados a los 2 meses se alcanzaría esta cifra. El gráfico de en medio, con un "distanciamiento social medio" (aislamiento parcial) tendríamos 160 mil infectados a los 3 meses. Por último, a la izquierda tenemos el gráfico que muestra un "distanciamiento social fuerte" (cuarentena total) se esperaría que pasado un año de inicio de la epidemia, se llegaría a 10 mil casos de personas hospitalizadas por el COVID-19.

Aquí, el mapa mundial con los Casos Globales del Coronavirus COVID-19 por el Centro de Ciencia de Sistemas e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins.

En un post anterior, explicaba en detalle la curva epidemiológica y cómo era lo de "aplanar la curva", al final de esa entrada se mencionó lo de "aplanar la curva de la recesión" sin entrar en mucho detalle. Retomando este último punto, aquí el planteamiento del problema de las dos curvas. Donde el aplanamiento de la curva epidemiológica empeora la curva de recesión:

Fuente: VoxEU

Este gráfico nos explica, cómo la aplicación de medidas de contención para aplanar la curva epidemiológica, aumenta la caída del PIB. La figura se compone de dos dimensiones, arriba, tenemos las curvas epidemiológicas, en rojo tenemos el escenario sin políticas de contención y como resultado existe un alto número de muertes. En azul, se representan los nuevos casos en un contexto con políticas de contención, lo que da como resultado esperado, una disminución sobre el número de muertes por COVID-19.

En la dimensión de abajo, tenemos el PIB, nuevamente en rojo es la curva sin políticas de contención, como consecuencia al alto número de muertes de la pandemia, se tendría una recesión poco profunda en la economía. En azul, que es el caso donde se aplican las políticas de contención, pero por otra parte, sin la aplicación de un paquete de medidas de rescate económico. El resultado: pues se reduce el número de muertes, pero se obtendría una recesión severa y persistente, es decir, con una fuerte caída del PIB que duraría un largo tiempo recuperarse la economía. En un tercer escenario, tenemos en color verde, con políticas de contención con un paquete de medidas de rescate económico, que se esperaría como resultado pocas muertes por la pandemia y una recesión minimizada por la correcta aplicación de medidas para rescatar a la economía.

En el siguiente gráfico, se muestra un ejemplo del impacto estimado del COVID-19 en la economía española, donde se espera que el desplome anticipado de la actividad, podría contraerse en cerca del 10% durante el primer semestre, pero se daría paso a un rebote durante la segunda parte del año que dejaría la contracción del PIB en torno al 3% para el conjunto del 2020. Así, el crecimiento pasaría a terreno positivo, hasta cerca de esa cifra, en 2021.
Fuente: Funcas Blog

Sin embargo, los propios autores del estudio señalan que el punto débil de este escenario en forma de “U” reside en la financiación del agujero presupuestario que necesariamente se agravará, porque el plan de choque, unido a la parálisis transitoria de la economía, redundará en una severa reducción de la recaudación y un incremento del gasto. También se anticipa una escalada de la deuda, por la acumulación de déficits y porque el Estado no tendrá más remedio que asumir pasivos de empresas al borde del colapso, para así prevenir un contagio a todo el sistema financiero como ya ocurrió en 2011-2012. Todo ello hace temer presiones sobre las primas de riesgo, que anularían efectividad a los planes de choque nacionales.

Para los interesados en profundizar en las simulaciones de impacto causadas por la crisis del COVID-19, aquí les dejo dos análisis para el caso de España: el impacto macroeconómico del coronavirus y el impacto de la medidas económicas en la crisis del coronavirus (este último es complemento del primero). Por otra parte, aquí les dejo una simulación de un préstamo del Mecanismo de Estabilidad Europeo para el caso de España, con la idea de demostrar que con un buen uso del mecanismo de financiación se podría reforzar la sostenibilidad de la deuda de España después de la crisis de COVID-19.

Para que las medidas económicas funcionen, es fundamental entender primero a qué se debe esta crisis, que muchos podrían considerar como la del 2008. Pero no, ya que aunque son crisis de riesgo sistémico, una era endógena y la otra es exógena y esa diferencia es muy importante. En Danielsson et al. (2020) se argumenta lo siguiente:

La crisis del año 2008, fue una crisis financiera sistémica mundial alimentada por las interacciones endógenas de los participantes en el mercado. Las fuerzas de la crisis se alimentaron de las profundas debilidades del sistema financiero que se habían ido acumulando a través del tiempo.

Por su parte, la crisis del COVID-19, es una conmoción exógena para la economía, donde el lugar del problema se encuentra fuera de la industria financiera, en una economía real en la que las tiendas, servicios y negocios están siendo cerrados por orden del Estado, y los ingresos de los empleados involucrados se están colapsando. Aquí, una simulación de escenarios con el impacto económico del coronavirus sobre las ventas en las empresas del Reino Unido. Acá, un estudio donde se utilizan datos de empresas que cotizan en bolsa de 26 países, para estudiar el tiempo que pueden tardar esas empresas en quedarse sin efectivo, y qué tipo de intervenciones serían más eficaces. Se llega a la conclusión de que, si bien los préstamos puente costarían a los gobiernos casi el doble que un aplazamiento de impuestos de seis meses, la política parece justificada dada la mayor eficacia para evitar una crisis de efectivo a nivel mundial. 

A su vez, esto significa que la respuesta política apropiada no puede limitarse a la reducción de los tipos de interés o a la compra de bonos corporativos o soberanos en el mercado abierto, sino que también debe abarcar la indulgencia y la ayuda específica y políticas similares. 

En este sentido, Perotti (2020) señala que evitar el pánico financiero es clave, y requerirá apoyo de liquidez así como medidas fiscales específicas. Por su parte, Azour (2020) destaca la importancia de aplicar medidas basadas en exenciones fiscales temporales y transferencias de efectivo. Concretamente, este apoyo debería centrarse en ayudar a los trabajadores y a las empresas a superar la interrupción significativa. Finalmente, el autor señala que en los casos en que la escasez de liquidez sea una preocupación importante, los bancos centrales deberán estar preparados para proporcionar abundante liquidez a los bancos, en particular a los que otorgan préstamos a pequeñas y medianas empresas, mientras que los reguladores podrían apoyar una reestructuración prudente de los préstamos en dificultades sin comprometer la clasificación de los préstamos ni las reglas de provisionamiento.

En la siguiente figura, se presenta una simulación con dos escenarios del impacto en la resiliencia de la economía de la zona del euro frente a la crisis. Dicha simulación parte del supuesto que la UE recibe un shock simétrico de oferta de -5% del PIB combinado con un shock simétrico de demanda de -10% del PIB que golpea tanto el núcleo como la periferia.
Fuente: VoxEU

Aquí, por una parte tenemos el escenario base en azul, es sin Eurobonos ni capacidad fiscal y por la otra, en naranja tenemos el escenario con la existencia de activos seguros y se cuente con una capacidad fiscal en el centro. Según muestran estos escenarios, las políticas fiscales podrían hacer la mayor parte del trabajo de estabilización macroeconómica sin recurrir masivamente a instrumentos no convencionales, sin aumentos de la deuda soberana y de impagos bancarios. Los autores además destacan que es importante es que el paquete sería eficiente en términos de Pareto, es decir, tanto los países "centrales" como los "periféricos" de la zona del euro se beneficiarían.

En la entrada de la semana pasada, se destacaba la importancia de informar y educar a la población sobre la pandemia del COVID-19, así como conocer las expectativas de los consumidores durante esta crisis, concretamente se señalaba como un ejemplo de buenas prácticas, la encuesta realizada por McKinsey del sentimiento del consumidor durante la crisis del coronavirus en EE.UU.. Pues esta semana se han publicado los resultados de este tipo de encuestas para China, España, Italia y Reino Unido, y hay una diferencia importante entre los resultados de China frente al resto de países. Los consumidores chinos son más optimistas sobre las perspectivas económicas en comparación con hace un mes. En cambio, 1 de cada 3 españoles, italianos e ingleses poseen una perspectiva pesimista de la en la recuperación económica del propio país después de la crisis del COVID-19. Quiero pensar que en este caso, las ganas de salir de la cuarentena y ponernos en marcha puede ser un determinante de volver a nuestras vidas normales, pero también es verdad que para que esto suceda, será muy importante volver a nuestros puestos de trabajo y por ende volvemos a destacar la importancia de las ayudas fiscales y transferencias monetarias.

Antes de finalizar esta entrada aquí les dejo dos artículos que resultan muy interesantes para el aprendizaje:

Como citar esta entrada del Blog:

Zorrilla-Salgador, J.P. (2020). "Simulaciones y escenarios que muestran el impacto económico esperado de la crisis del COVID-19: Lecciones y recomendaciones". Blog El Analista Económico-Financiero, 30/03/2020. Recuperado de https://elanalistaeconomicofinanciero.blogspot.com/2020/03/simulaciones-y-escenarios-que-muestran.html

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Amigo Pablo, desde mi profunda ignorancia de licenciado en letras puras, y desde mi confinamiento sobreinformado, pendiente de tres pantallas casi todo el día, te recuerdo aquella viñeta tan ingeniosa de los trogloditas lanzando cuerpos humanos con una catapulta, todos los cuales terminan despanzurrados en una zanja, y el comentario del teórico: "But the theory is still sound." (Como milennial que eres, te ruego que seas tú quien busque y publique esa viñeta).
Estoy asistiendo a un acalorado debate nacional en el que, al margen del bombardeo político (o no tan al margen), los representantes de organizaciones empresariales dicen que, si se paraliza aún más la actividad económica (paralizar la construcción las obras públicas, la industria...), el proceso de recuperación económica posterior al Estado de Alarma será mas prolongado. La triste realidad es que cada puesto de trabajo que se mantenga activo y no sea "teletrabajable" es un desplazamiento más, y cada desplazamiento es un vector potencial de virus.
En resumen, creo que no es el momento de los economistas (que tantos fracasos predictivos han parido). Ahora mismo, los reyes del mambo son los médicos, los epidemiólogos y los biólogos, y todas las decisiones deberían tomarse según sus criterios.
Las consecuencias económicas de esta crisis darán mucho juego a futuros doctorandos y ensayistas sesudos pero, ahora mismo, cualquier decisión política que se tome debería ignorar olímpicamente a la economía porque, al fin y al cabo, cualquier crisis económica se remonta mejor si quedan suficientes consumidores con vida.

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