La ciencia económica detrás de una pandemia epidemiológica y sus consecuencias económicas

El COVID-19 o popularmente conocido como el coronavirus, es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.​ Se detectó por primera vez durante la epidemia de Wuhan de 2019, con "neumonía por coronavirus". Para recapitular un poco el contexto, aquí la línea del tiempo de los de los primeros acontecimientos:
  • El 17 de noviembre de 2019 sería la fecha del primer caso en el mundo (paciente cero) de coronavirus (COVID-19).
  • Desde el primer caso, la cifra fue aumentando. Para el 15 de diciembre el total de personas con coronavirus era de 27. Y para finales de 2019, el número de infectados era de 266. El primero de enero la cifra aumentó a 381.
  • Asimismo, el Gobierno chino no informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la detección en Wuhan de los primeros casos de una "nueva neumonía" hasta el día 31 de diciembre. Según la OMS, el primer caso de coronavirus en China ocurrió el 8 de diciembre. Sin embargo, la organización se basa en los datos que las autoridades oficiales proporcionan.
  • No obstante, la Comisión de Salud Municipal de Wuhan no informó del primer caso hasta el 5 de enero, precisando que se diagnosticó el 12 de diciembre.
  • El 11 de enero se anunció la primera muerte en Wuhan.
  • El 21 de enero se confirmaba que la neumonía podía transmitirse entre humanos.
  • El 23 de enero la ciudad quedaba en cuarentena, cerrada al exterior.
  • El 11 de marzo, la OMS califica como pandemia al brote del nuevo coronavirus.

Uno de los primeros países en reaccionar fue Rusia, cerrando sus fronteras con China. Rusia anunció el martes 18 de febrero, que prohibirá la entrada de ciudadanos chinos a su territorio a partir del jueves 20 de febrero. Sin embargo, esta medida se vió en su momento por la comunidad internacional, como una reacción muy drástica para intentar frenar la propagación de la epidemia del coronavirus.

En este blog, hemos dedicados dos entradas al tema del COVID-19. El primero (publicado el viernes 6 de marzo), sobre la importancia de mantener la calma y estar bien informado. El segundo (publicado tan sólo 5 días después, el mismo día que la OMS declara como pandemia el COVID-19), con algunas de las políticas económicas planteadas como respuesta a la pandemia del COVID-19.

En el post de hoy, profundizaremos en la ciencia económica detrás de una pandemia epidemiológica y sus consecuencias económicas.

Para ello, es importante comprender que la economía global no se ha recuperado todavía de la crisis financiera (2007/2008) y nada ha vuelto a ser realmente lo mismo desde entonces en la economía global, ya que el mundo no se reajusto la economía como debiera, con bajos tipos de interés y negativos (medidas que fomentaron el dinero barato para los inversores y especuladores); esto se ha ido acumulando con otras tensiones que no se resuelven: la crisis del Euro, el Brexit/Trump y las guerras comerciales como consecuencia de lo anterior, eso sin contar las crisis humanitarias (migración) y del medio ambiente (aumento del riesgo climático).

Figura ilustrativa de incertidumbre política a nivel global.

También tenemos que considerar a los tres grandes actores en juego: los gobiernos y sus decisiones de políticas públicas, el comportamiento de las familias y el sistema financiero. Este último, parece que ya está moviéndose mal, ya que la banca está en su peor momento, ni el tipo de interés ni las pandemias le ayudan, esto se debe, por una parte, al pánico de los inversores ante una crisis económica, por la otra, la Reserva Federal (la FED) baja los tipos de interés por las presiones de Trump, veremos como se mueve el Banco Central Europeo (BCE) y otro problema ha sido que las entidades bancarias pierden rentabilidad con los tipos de interés en negativo.

El papel del gobierno a través de sus políticas públicas y el comportamiento (irracional) de las familias, resultan clave para frenar o mitigar la epidemia, así como, el desabastecimiento irracional a causa de una histeria colectiva (el caso de agotamiento del papel de baño, mascarillas o demás productos de limpieza sanitaria) hasta la recuperación de la economía nacional.

Según algunos medios, se espera que el momento fuerte de propagación en América sea a partir del 20 de marzo al 3 de abril. Por ello, desde este viernes 13 de marzo, varios países de sudamérica han estado trabajando en los planteamientos de cierre de fronteras en la región y las fechas de suspensión -al menos- de clases y eventos públicos en un período que abarca desde el lunes 16 de marzo hasta el domingo 12 de abril. En caso de considerarse necesario habría países que prolongarán las medidas de seguridad sanitaria hasta el 30 de abril.

A pesar de la persistencia de enfermedades y pandemias a lo largo de la historia, hay una tendencia constante a lo largo del tiempo: una reducción gradual de la tasa de mortalidad. Las mejoras en la atención médica y la comprensión de los factores que incuban las pandemias han sido herramientas poderosas para mitigar su impacto. Véase la infografía: Visualizing the History of Pandemics.

Otro aspecto fundamental para entender mejor la pandemia del COVID-19, es que su curva epidemiológica no es exponencial. La Figura 2, nos muestra la curva epidemiológica del COVI-19 en China durante el período del 31 de diciembre hasta el 11 de marzo. En el eje vertical, tenemos el número de nuevos casos y en el eje horizontal tenemos las fechas comprendidas dentro del período de datos observados.

Lo anterior, es un comportamiento tradicional de una pandemia de gripe o influenza. Como se aprecia en la siguiente Figura del CDC (Centers for Disease Control and Prevention):


Donde tenemos 6 etapas durante una pandemia. El primero, donde aparecen los primeros casos y se investigan. El segundo, de reconocimiento. El tercero, donde se identifica que ha iniciado la pandemia (enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región). El cuarto, cuando se acelera el contagio. El quinto, se inicia la desaceleración natural del contagio. Finalmente, tenemos lo que se define como preparación, donde el número hipotético de casos de gripe disminuye enormemente, lo que hace que el número de casos hipotéticos de gripe se acerque a cero.

La figura 3 muestra los resultados de una simulación sobre la posible evolución de COVID-19 para el resto de 2020:
Esta Figura (3) nos muestra en el eje horizontal, el número de meses, y tres curvas, una en color rojo que representa los nuevos casos del COVID-19, en verde la simulación que muestra cómo se reduciría el contagio si mantenemos un "distanciamiento social" (quedarnos en casa, salir sólo cuando sea realmente necesario, evitar los eventos públicos, el contacto físico, etc.), y en azul, el riesgo de resurgimiento de casos tras el levantamiento de las intervenciones.

Esto nos lleva al siguiente gráfico (Figura 4), que nos explica lo de "aplanando la curva", que nos ayuda a comprender de manera gráfica, las políticas de contención de la salud pública.

Fuente: VoxEU

A la izquierda en rojo, tenemos la situación sin políticas de contención, donde se ilustra cómo podría ser una pandemia como la COVID-19. En los casos de COVID-19, alrededor del 5% o 10% de los afectados necesitan ser hospitalizados. Si la curva roja se eleva demasiado, el número de pacientes que necesitan camas en la unidad de cuidados intensivos (UCI) puede superar la capacidad de los hospitales locales. 

A la derecha, en azul muestra el caso con políticas de contención (encierros, distanciamiento social, cuarentenas, cierres de empresas y otras políticas de contención), para evitar el racionamiento médico (cuando los servicios de salud se ven sobrepasados para atender casos severos) que es el área en amarillo en el gráfico en rojo.

Haciendo un paréntesis, hace unos días, el Gobierno de Boris Johnson en el Reino Unido, anunció la estrategia contra el coronavirus: un contagio controlado, es decir, que la gente se contagie (política pública sin distancia social) hasta crear una inmunidad de grupo. ¿Puede la inmunidad de grupo realmente protegernos del coronavirus? En resumen, esperar a que la inmunidad de grupo a COVID-19 se desarrolle en el Reino Unido dejando que el virus "pase a través de la comunidad", definitivamente no es una buena estrategia de salud pública.

El siguiente artículo, muestra con simulación a partir de modelos basados en agentes, cómo se comportan las epidemias, resulta interesante por ver cómo funcionan los modelos de simulación. El artículo nos muestra los resultados de 4 simulaciones: sin ningún control, intento de cuarentena, distanciamiento moderado y distanciamiento exhaustivo.

En color azul representa a las personas sanas, en marrón los enfermos y el violeta los recuperados.

Ahora bien, vamos a la segunda parte de nuestro análisis, con las consecuencias económicas del coronavirus y el hecho de que existe consenso de recesión global a causa de la pandemia del COVID-19, según una encuesta realizada por la prestigiosa London School of Economics (LSE), dicha encuesta fue realizada a 36 economistas de EE.UU. y 38 de Europa (lo que da un total de 74 reacciones de expertos en economía) a expresar sus opiniones sobre la probabilidad de una recesión importante. También se les preguntó sobre la importancia relativa de los canales de oferta y demanda a través de los cuales el COVID-19 está afectando y afectará a la economía.

Donde, casi el 52 por ciento de los encuestados ve incierto que los efectos económicos de COVID-19 derivados de la reducción del gasto serán mayores que los derivados de las interrupciones en las cadenas de suministro y las reducciones de la fuerza de trabajo relacionadas con las enfermedades.

En la segunda declaración sobre los efectos de la demanda de COVID-19 en la economía, que son más significativos que el choque de la oferta, el 44% del panel de EE.UU. estuvo de acuerdo, el 52% no estaba seguro y el 3% no estaba de acuerdo. Los resultados fueron similares para el panel europeo. Al igual que el panel de EE.UU., ponderado por la confianza de cada experto en su respuesta, el 4% estuvo muy de acuerdo, el 43% estuvo de acuerdo, el 41% fue incierto, y el 12% no estuvo de acuerdo.

Sin embargo, existe una falta de acuerdo entre los expertos sobre la importancia relativa de las perturbaciones de la oferta y la demanda.

Además, preguntaron al panel europeo sobre la preparación de las instituciones políticas de la zona euro para responder eficazmente, sólo el 14% estuvo de acuerdo en que están bien equipados, el 17% no estaba seguro, el 48% no estaba de acuerdo y el 21% estaba muy en desacuerdo con que las instituciones de política económica de la Eurozona están bien equipadas para mejorar el daño económico potencial de COVID-19.

Pues bien, bajo este escenario, Pierre-Olivier Gourinchas ha escrito un documento argumentando que también necesitamos aplanar la curva de recesión:
"Aplanar la curva de recesión" no es un problema de fácil solución. Sin embargo, tenemos la ventaja de saber que es muy probable el riesgo de recesión y sus consecuencias esperadas, lo que nos permite diseñar e implementar con antelación políticas económicas focalizadas en el ámbito fiscal, monetario y financiero para ayudar a los hogares y las empresas afectados, así como, aplicar en paralelo, políticas de estabilidad financiera, para preservar la solidez financiera de los bancos y evitar que los inversionistas deseen liquidar inversiones riesgosas de manera repentina.

Como citar esta entrada del Blog:

Zorrilla-Salgador, J.P. (2020). "La ciencia económica detrás de una pandemia epidemiológica y sus consecuencias económicas". Blog El Analista Económico-Financiero, 16/03/2020. Recuperado de https://elanalistaeconomicofinanciero.blogspot.com/2020/03/la-ciencia-economica-detras-de-una.html

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