Tendencia de la moda, información oculta y estadísticas
Hoy traigo tres post que tienen como factor común la información. El primero, suponía hace unos años una incursión tecnológica en la TV en 3D, los grandes canales apostaban por transmitir los mayores eventos disponibles para los hogares en tres dimensiones, ahora la BBC y ESPN dicen adiós al 3D por “falta de interés del público”:
Los Juegos Olímpicos, transmitidos con este sistema, no sirvieron para que el espectador se aficionara a ver contenidos tridimensionales. El problema no es que aún haya pocos televisores 3D en los hogares, sino que ni los que hay se encienden para ver los programas así.
El fenómeno del 3D parece que tampoco es un problema solo de la pequeña pantalla. En el cine, tras el sonado triunfo de la película Avatar (2.000 millones de euros de recaudación mundial), las cosas no han ido a mejor. En el Reino Unido, el 27,5% de los ingresos de taquilla en 2010 procedían de películas 3D, el pasado año el porcentaje cayó al 18% pese a que todas las grandes producciones, desde el Hobbit a la última de James Bond se rodaron en 3D. Y en la otra pantalla, la de los videojuegos, solo Nintendo se ha atrevido con su consola 3DS, aunque aconsejando descansos cada 30 minutos para evitar daños oculares.
El fenómeno del 3D parece que tampoco es un problema solo de la pequeña pantalla. En el cine, tras el sonado triunfo de la película Avatar (2.000 millones de euros de recaudación mundial), las cosas no han ido a mejor. En el Reino Unido, el 27,5% de los ingresos de taquilla en 2010 procedían de películas 3D, el pasado año el porcentaje cayó al 18% pese a que todas las grandes producciones, desde el Hobbit a la última de James Bond se rodaron en 3D. Y en la otra pantalla, la de los videojuegos, solo Nintendo se ha atrevido con su consola 3DS, aunque aconsejando descansos cada 30 minutos para evitar daños oculares.
Mientras se duda del futuro 3D, Sony apuesta más por la tecnología 4K, la resolución de pantalla cuatro veces mayor que la alta definición. “El problema con el 4K es que se necesitan televisores de más de 50 pulgadas, de lo contario no se precia el efecto”, explica Morago. “Y hasta 2016 no habrá emisiones regulares en 4K”.
El segundo post, es un claro ejemplo, de que las estadísticas que nos ofrece el sector público, muchas veces no son fiables en un sentido estricto (o tal vez si sean lo demasiado estrictas), pero en este caso, pasa igual con las cifras del desempleo, muchas veces no se cuentan muchos individuos por no apegarse a la definición para poder ser una cifra más en la estadística económica: ¿Por qué hay menos asesinatos en México?
Por lo anterior, siempre que se pretende analizar una estadística oficial, hay que revisar primero la metodología conceptos y definiciones, que ahí se encuentra muchas veces porque las cifras no reflejan la realidad de un estudio o análisis.
Finalmente, una noticia de esas, que hay que estar pendientes de más información: Tratado comercial más amplio de EE.UU. genera gran temor por su secretismo:
Tratado sobre la Asociación Transpacífica: El acuerdo, que apunta a impulsar el comercio entre los 12 países participantes, con una perspectiva de extenderse a la mitad del mundo, entrará en la fase final de negociaciones entre 15 y el 24 de este mes.
Estados Unidos mantiene negociaciones sobre el tratado con Australia, Nueva Zelanda, Brunéi, Malasia, Singapur, Vietnam, Chile, Perú, Canadá, México y Japón.
El borrador demandará que los países participantes ajusten sus normas y regulaciones conforme a los estándares internacionales. Eso podría llevar a una presión para la revisión de normativas en materias como el medio ambiente, productos comestibles y la seguridad laboral en EE.UU.
Según la filtración se endurecerán las sanciones por la violación del copyright. El borrador reza que las naciones participantes tendrán que imponer cargos criminales por la infracción de derechos intelectuales "a base comercial", lo que se puede extender a algo tan diminuto como descargar una canción.
El TPP cuenta con el potencial de alterar varias normas estadounidenses, desde las que regulan la calidad de los comestibles a los estándares laborales y reglas medioambientales. Los críticos temen un influjo de comida contaminada. Mientras que los patrocinadores del acuerdo prometen una mejora en los estándares, gracias a la falta de transparencia hay temores de que la situación pueda cambiar en la dirección contraria.
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