Así fue Zaratustra Vázquez (1976-2013)

Zaratustra Vázquez (1976-2013)

"Las calles duermen,

uno las despierta.

Un tercero

le pide a uno que no las bese,

que no las acaricie

porque todavía están medio dormidas.

Y en un ligero abuso

uno incluso se acuesta al lado de ellas.

Esas calles también despiertan en la mañana.

Y quizá en el calambre

que esa hora regala a los afortunados

le dicen a uno:

Ojalá no te fueras."

- Zaratustra Vázquez

Veracruz (México), mediados-finales de los años noventa, época de “toquines” (grupos que tocan música en vivo, algunos temas propios y en su mayoría versiones de otras bandas: Metallica, Guns and Roses, Nirvana, Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Radiohead, etc.) abiertos (para todo el que quisiese ir) en los garajes de casas de amigos y conocidos.

Ahí fue, donde yo tuve la oportunidad de conocer a todo un personaje: Zaratustra Vázquez. Recuerdo que cuando me lo presentaron, pregunte a mis amigos: bueno, ¿“Zaratustra” será su apodo, no? (en aquella época era raro que alguien se le llamara o identificará por su nombre, lo común era por un apodo que lo caracterizase). La respuesta, para mí sorpresa fue: No! neto así se llama, así le pusieron sus padres!. En aquel entonces entre mis libros favoritos, se encontraban los de Friedrich Nietzsche: “El anticristo” y “Así habló Zaratustra”. Por tanto, ya de entrada conocer a una persona que se llamase precisamente Zaratustra, era bastante “chido”.

Otras personas que pudieron conocer a “Zara”, muchos años después de su paso por Veracruz, lo describen como:

• Recordando a Zaratustra Vázquez: "Encamisado: corbata y chaleco, sombrero, barba de tres (o tal vez siete o diecisiete) días, cinismo y labia desbordantes. Poeta, músico, radioasta, profesor. Hablaba en retruécanos, metaforizaba, sorprendía con su asociación de ideas y ponía a bailar con ritmos que le hablan a los pies y melodías que ponen a trabajar a la cabeza. Sonreía con un dejo de sabiduría y al mismo tiempo una picardía de la que inevitablemente hacía cómplice a su interlocutor."
• Descanse en paz el genial Zaratustra Vázquez de Sonido Changorama: “Recordaremos a Zaratustra por su ingenio desbordante –amante del absurdo y el sinsentido–, por su pinta de dandy del temprano S.XX, pero sobre todo, por su gran amistad, por sus enseñanzas como profesor de radio en la Universidad Iberoamericana y por su valor como ser humano.”
• Ojalá no te fueras, Zaratustra: “Era un tipo menudo y greñudo al que, por su aspecto físico, uno no le echaba más de treinta años, pero que al hablar con él daba la impresión de tener siglos y siglos de kilometraje recorridos. Muy a menudo usaba chaleco, una corbata angosta y sombrero de bombín, lo mismo que unos jeans desgastados que no alcanzaba a llenar. Era así. Esa dualidad entre la formalidad y la insolencia también marcaban su conversación: elegía a conciencia, con amor, cada una de las palabras que habría de pronunciar y las depositaba luego en oraciones elegantemente construidas; sin embargo, al dejar salir todo aquello por la boca, lo hacía con tal desparpajo que yo solía preguntarme cómo podía darle un tono tan fresco a palabras que habían dejado de utilizarse en el siglo XV.”

Cuando uno lee estas descripciones, todas son acertadas, verdaderas y describen a la perfección a tan genial personaje, yo que tuve la oportunidad de conocerlo en el puerto de Veracruz, muchos años atrás, y les puedo afirmar que Zaratustra Vázquez, era una persona autentica de pies a cabeza. Decía que su look se basaba en el poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón.

Si no me falla la memoria, la última vez que pude hablar con “Zara”, fue un Samborns en la plaza de las Américas, donde nos reuníamos con frecuencia a tomar el café para charlar de temas “de todo un poco”, él llevaba sus cigarros, el libro de Herman Hesse “Bajo las ruedas”, un bolígrafo y su libretita donde apuntaba sus ideas o desplantes de escritor, me contó de que iba la novela que estaba leyendo, y me dejó echarle un vistazo a su “libretita”, a mí me encantaba leer las ideas de “Zara”, era el típico genio incomprendido por los demás (por el resto. No, nosotros). Recuerdo que cuando le devolví su libretita, me quede pensando, algún día le publicarán algo de lo que escribe.

Yo me fui a estudiar economía a Xalapa, y supe que él se había ido a la Universidad Iberoamericana a estudiar letras en el D.F. (México, Distrito Federal). Durante muchos años le perdí el rastro, hace unos pocos, gracias a las redes sociales y al Internet, volví a saber de él. Recuerdo ver los primeros vídeos en YouTube, de él tocando en vivo en bares, con un sonido particular y sus letras delirantes. Como se fue consolidando su banda (Sonido Changorama) y dándose a conocer en el mundillo musical, que llevó a la banda a tocar en países como España, Francia y Alemania.

Pioneros de un sonido que mezclaba la cumbia con la electrónica (electro-cumbia), los llevó a participar en el Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, que es el festival de rock en español más importante de México y uno de los más relevantes a nivel internacional (ver presentación: Sonido Changorama - Eclesiastes 3.3 - Vive Latino 2013). También era locutor de radio en Ibero 90.9, de programa “Triscerable” junto a David Somellera y profesor en la Universidad Iberoamericana. Su proyecto solista “El hombre que odiaba a las naranjas” (nombre tomado en tributo a la obra incompleta de su tío abuelo), y llegó a participar en la banda sonora de película mexicana “Halley” (Sebastian Hofmann, 2013), con el tema “Parte de mí” (que en lo particular me encanta la canción), que curiosamente la protagonista, Lourdes Trueba, también es del puerto de Veracruz.

Desafortunadamente, el pasado 29 de diciembre, a los 37 años, falleció Zaratustra Vázquez, junto a Fabiola Raya en su domicilio, a causa de un accidente absurdo, una fuga de gas.

Su paso por Veracruz (orgullosa tierra de Agustín Lara), en esa época de “toquines”, así como a mí se me quedo grabada en la memoria, el placer de haber podido conocer a tan interesante personaje, sentir orgullo que un colega de la infancia destacaba dentro del mundo de la contracultura y movimiento underground de una ciudad como es México, D.F., una ciudad que nunca olvida a sus artistas y poetas, así como, nunca lo olvidaremos las personas que lo llegamos a conocer durante su paso por el puerto de Veracruz.

Descanse en paz, Zaratustra Vázquez.