Europa se queda atrás en tecnologías móviles y China avanza con su empresa de informática
Hoy les traigo una combinación entre un repaso histórico del mercado de la telefonía móvil en Europa, los móviles que marcaron época y la empresa informática china que va ganando mercado: Aprender de los momentos del pasado para entender las estrategias del futuro.
Nos habla del último bastión perdido de Europa, la compra de Nokia por Microsoft, la firma finlandesa en 2007 cosechaba una cuota mundial del 40% en el mercado de teléfonos móviles, y ahora sólo alberga un 15%. «Europa tenía las mayores operadoras de telecomunicación, el negocio de firmas como Alcatel, Siemens, Thomson, Ericsson... todas han dejado de ser relevantes y se lo están llevando las compañías de internet: Apple y Google. Sólo quedaba Nokia y ya se ha perdido», lamenta el experto en tecnologías del IE Business School, Ricardo Pérez.
La aparición del iPhone, en 2007, fue el detonante de la carrera perdida de los fabricantes de móviles tradicionales. Pero este rezago continental se extiende a otros campos. Symbian, el sistema operativo para móviles de Nokia sólo está presente en un 3% de los móviles del mundo frente a Android (de Google, que se basó en el finlandés Linux), que ya controla casi el 70% de la cuota mundial, e iOS –de Apple–, que alberga poco menos del 20%. «Europa tampoco ha logrado implantar un clima propicio al desarrollo de aplicaciones, de programas y sistemas. Esto apunta a la conexión entre universidades y empresa, ya que hay fuga de cerebros hacia EE.UU.», reseña Pérez.
La realidad del mercado, choca con el Tratado de Lisboa en 2000, que pretendía que para 2010 la Unión Europea fuera «la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo».
Las diferencias, según los expertos, recaen en la falta de emprendurismo y de un ecosistema parecido al de Silicon Valley frente a Estados Unidos; en el bajo coste de las empresas asiáticas, pero también en la fragmentación del mercado de telecomunicaciones continental en comparación con el norteamericano.
Cuantas más operadoras hay, mayor es la fragmentación de ingresos y menor la inversión de las empresas, lo que motiva que Europa se quede rezagada en infraestructuras frente al otro lado del océano. Mientras en Estados Unidos el 90% de los usuarios pueden conectarse al 4G –internet de alta velocidad en el móvil– en Europa esta cifra es del 5%. En fibra óptica tampoco hay conexión: el 7,2% de los accesos en todo el mundo vienen de Europa, mientras que la cifra es del 70% en Asia y del 13% en Estados Unidos y Canadá, según el lobby europeo, FTTH Council Europe. Y la menor inversión se traduce en una pérdida de oportunidades que reduce el negocio de la industria continental, un bucle eterno ante el que se debate Europa mientras en Asia y EE.UU. las ventas crecen.
La aparición del iPhone, en 2007, fue el detonante de la carrera perdida de los fabricantes de móviles tradicionales. Pero este rezago continental se extiende a otros campos. Symbian, el sistema operativo para móviles de Nokia sólo está presente en un 3% de los móviles del mundo frente a Android (de Google, que se basó en el finlandés Linux), que ya controla casi el 70% de la cuota mundial, e iOS –de Apple–, que alberga poco menos del 20%. «Europa tampoco ha logrado implantar un clima propicio al desarrollo de aplicaciones, de programas y sistemas. Esto apunta a la conexión entre universidades y empresa, ya que hay fuga de cerebros hacia EE.UU.», reseña Pérez.
La realidad del mercado, choca con el Tratado de Lisboa en 2000, que pretendía que para 2010 la Unión Europea fuera «la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo».
Las diferencias, según los expertos, recaen en la falta de emprendurismo y de un ecosistema parecido al de Silicon Valley frente a Estados Unidos; en el bajo coste de las empresas asiáticas, pero también en la fragmentación del mercado de telecomunicaciones continental en comparación con el norteamericano.
Cuantas más operadoras hay, mayor es la fragmentación de ingresos y menor la inversión de las empresas, lo que motiva que Europa se quede rezagada en infraestructuras frente al otro lado del océano. Mientras en Estados Unidos el 90% de los usuarios pueden conectarse al 4G –internet de alta velocidad en el móvil– en Europa esta cifra es del 5%. En fibra óptica tampoco hay conexión: el 7,2% de los accesos en todo el mundo vienen de Europa, mientras que la cifra es del 70% en Asia y del 13% en Estados Unidos y Canadá, según el lobby europeo, FTTH Council Europe. Y la menor inversión se traduce en una pérdida de oportunidades que reduce el negocio de la industria continental, un bucle eterno ante el que se debate Europa mientras en Asia y EE.UU. las ventas crecen.
Yo sinceramente ya no recordaba muchos de estos modelos, pero es interesante dar un repaso a los teléfonos móviles que marcaron una época, cómo eran entonces los móviles: sin GPS, sin Wifi, algunos con antena, con una pantalla monocroma, con teclado táctil retroiluminado y con una batería capaz de durar más de un día.
Probablemente, este sea el artículo más recomendado de este post: Su próximo ordenador 'hablará' chino.
Lenovo hoy es la primera empresa mundial de informática. Acaba de destronar a la estadounidense Hewlett Packard (HP). Tiene ya el 16 por ciento de la cuota de mercado y el pasado trimestre vendió 12,6 millones de ordenadores, 250.000 más que HP, que está en crisis y cuyas acciones han perdido casi la mitad de su valor desde principios de año.
Y Lenovo quiere hacer lo mismo con los teléfonos inteligentes: quitarle el cetro a Apple y Samsung. Para ello se prepara, dicen, para engullir a otro coloso con pies de barro, la canadiense BlackBerry, que no remonta el vuelo desde que su sistema operativo se quedó obsoleto ante los Android. Los chinos tienen otra manera de hacer las cosas. Menos locuaz, pero igual o más efectiva. Y es la manera que va a dominar el mundo durante el próximo ciclo económico. ¿Cuánto durará? Depende. Pero muchos economistas sospechan que estamos ante un ciclo de onda larga, de los que se prolongan al menos medio siglo. El verdadero interés de Lenovo estriba en que nos permite echar un vistazo, a la manera de una biopsia, al tejido empresarial chino. Porque Lenovo es la primera compañía china y, como tal, es un compendio de todas las virtudes y debilidades del gigante asiático.
Lenovo impacta a primera vista por su tamaño. Tiene 30.000 empleados y vende sus productos en 160 países. Fabrica en cinco ciudades chinas, la India, México y los Estados Unidos. La compañía obtuvo los mejores resultados de su historia en el último trimestre de 2012, con una facturación de 9400 millones de dólares y un beneficio neto de 205 millones. Ocupa el primer lugar en el mercado de ordenadores personales en Alemania, el tercero en el Reino Unido y el quinto en España. Si en la mitología de las firmas de Silicon Valley el lugar de nacimiento suele ser un garaje o un dormitorio universitario, en el caso de Lenovo fue una barraca militar en una calle de Pekín, austera y sin más adorno que un buzón rojo. En 1984 y bajo el impulso del Partido Comunista, la Academia de Ciencias financió con 25.000 dólares a diez ingenieros, tutelados por un brillante investigador, Liu Chuanzhi, que debían desarrollar el sector de la alta tecnología.
Lenovo empezó siendo un Think Tank del Estado (Thinking About Think Tanks: Which Ones Are The Best?), pero se rige como una empresa privada, sin interferencias oficiales. En algunos aspectos es bastante occidental. Su lengua oficial es el inglés. Muchos de sus ejecutivos son extranjeros. Tiene dos cuarteles generales, en Pekín y Morrisville (Carolina del Norte), donde se ubicaba la división de PC de HP. Y antes de que Liu depositase su confianza en Yang Yuanquin (YY) tuvo a dos presidentes foráneos. Lenovo es genuinamente china.
Los comienzos de Lenovo fueron titubeantes. Aquellos diez ingenieros, sin experiencia en los negocios, coleccionaron fracasos hasta que se lanzaron a crear una tarjeta para equipar las máquinas IBM. Esta llave maestra permite una correspondencia de los 26 caracteres alfabéticos del teclado con los 6000 ideogramas chinos. El éxito fue tal que la empresa se concentró después en el corazón del PC, la tarjeta madre. En 1990, Lenovo comercializó un primer ordenador completo.
La receta funcionó. Además, practica una política de precios agresiva que compensa con el volumen. Solo en 2012 vendió 52 millones de ordenadores. Y ello en un contexto de crisis del ordenador tradicional. Lenovo ha pasado al ataque. Y penetra en los nuevos mercados con productos novedosos. En especial, con los híbridos. «El sector ha entrado en una nueva era que llamamos PC plus dice YY. Los smartphones y las tabletas están creciendo muy rápido, aunque el PC no morirá», vaticina. No obstante, en Lenovo aseguran que llevan años preparándose para estos cambios, que han traído consigo la aparición de mestizos de smartphone y tableta (las llamadas phablet), de tabletas y ordenadores portátiles (convertibles) y de PC y televisores inteligentes (all-in-one, o AIO).
El Yoga, un ordenador portátil convertible en tableta, va en esa dirección. Este aparato, producido en la planta de Lenovo en Shanghái, requiere la presencia permanente de 68 personas en la cadena de montaje, por 37 para un PC. En este edificio de tres pisos, que dispone de un huerto donde los empleados pueden plantar frutas y hortalizas, se producen 40.000 Yoga cada mes. Y un total de 3,6 millones de máquinas en general, de las que dos tercios son para China.
Pero el gran desafío está en otra parte. El mercado de los smartphones es tres veces más importante que el de los PC, aunque no carece de peligro. Dell y HP lo saben bien, por haber salido escaldados. «En la telefonía, Lenovo utiliza la misma estrategia. Ser líder en su país antes de lanzarse a los mercados emergentes y, luego, a los países desarrollados», explica el analista Steve Zhang, del banco de inversiones Macquarie.La firma china comercializó su primer aparato en 2010 y hoy vende nueve millones de móviles por trimestre. ¿Cómo hacerse sitio en la telefonía móvil frente a gigantes como Samsung o Apple? «Ya somos el número 2 en China, detrás de Samsung. Y solo hemos empezado. Por ahora, nos concentramos en los mercados con fuerte crecimiento: Rusia, Vietnam, Indonesia, Filipinas... Para los mercados más maduros habrá que esperar uno o dos años antes de encontrar teléfonos nuestros», comenta YY.
Lenovo se ha marcado como objetivo superar muy pronto a la coreana Samsung como líder del enorme y competitivo mercado chino, donde los menores de 30 años cambian de aparato cada siete meses. Para el desembarco en Europa y América, el trampolín podría ser la compra de BlackBerry, valorada en 7500 millones de dólares.
Finalmente, aquí les dejo lo que se viene en novedades para los próximos meses (podrán ver los modelos hibridos de Lenovo): What's coming in laptops, desktops, and Windows tablets.
Y Lenovo quiere hacer lo mismo con los teléfonos inteligentes: quitarle el cetro a Apple y Samsung. Para ello se prepara, dicen, para engullir a otro coloso con pies de barro, la canadiense BlackBerry, que no remonta el vuelo desde que su sistema operativo se quedó obsoleto ante los Android. Los chinos tienen otra manera de hacer las cosas. Menos locuaz, pero igual o más efectiva. Y es la manera que va a dominar el mundo durante el próximo ciclo económico. ¿Cuánto durará? Depende. Pero muchos economistas sospechan que estamos ante un ciclo de onda larga, de los que se prolongan al menos medio siglo. El verdadero interés de Lenovo estriba en que nos permite echar un vistazo, a la manera de una biopsia, al tejido empresarial chino. Porque Lenovo es la primera compañía china y, como tal, es un compendio de todas las virtudes y debilidades del gigante asiático.
Lenovo impacta a primera vista por su tamaño. Tiene 30.000 empleados y vende sus productos en 160 países. Fabrica en cinco ciudades chinas, la India, México y los Estados Unidos. La compañía obtuvo los mejores resultados de su historia en el último trimestre de 2012, con una facturación de 9400 millones de dólares y un beneficio neto de 205 millones. Ocupa el primer lugar en el mercado de ordenadores personales en Alemania, el tercero en el Reino Unido y el quinto en España. Si en la mitología de las firmas de Silicon Valley el lugar de nacimiento suele ser un garaje o un dormitorio universitario, en el caso de Lenovo fue una barraca militar en una calle de Pekín, austera y sin más adorno que un buzón rojo. En 1984 y bajo el impulso del Partido Comunista, la Academia de Ciencias financió con 25.000 dólares a diez ingenieros, tutelados por un brillante investigador, Liu Chuanzhi, que debían desarrollar el sector de la alta tecnología.
Lenovo empezó siendo un Think Tank del Estado (Thinking About Think Tanks: Which Ones Are The Best?), pero se rige como una empresa privada, sin interferencias oficiales. En algunos aspectos es bastante occidental. Su lengua oficial es el inglés. Muchos de sus ejecutivos son extranjeros. Tiene dos cuarteles generales, en Pekín y Morrisville (Carolina del Norte), donde se ubicaba la división de PC de HP. Y antes de que Liu depositase su confianza en Yang Yuanquin (YY) tuvo a dos presidentes foráneos. Lenovo es genuinamente china.
Los comienzos de Lenovo fueron titubeantes. Aquellos diez ingenieros, sin experiencia en los negocios, coleccionaron fracasos hasta que se lanzaron a crear una tarjeta para equipar las máquinas IBM. Esta llave maestra permite una correspondencia de los 26 caracteres alfabéticos del teclado con los 6000 ideogramas chinos. El éxito fue tal que la empresa se concentró después en el corazón del PC, la tarjeta madre. En 1990, Lenovo comercializó un primer ordenador completo.
La receta funcionó. Además, practica una política de precios agresiva que compensa con el volumen. Solo en 2012 vendió 52 millones de ordenadores. Y ello en un contexto de crisis del ordenador tradicional. Lenovo ha pasado al ataque. Y penetra en los nuevos mercados con productos novedosos. En especial, con los híbridos. «El sector ha entrado en una nueva era que llamamos PC plus dice YY. Los smartphones y las tabletas están creciendo muy rápido, aunque el PC no morirá», vaticina. No obstante, en Lenovo aseguran que llevan años preparándose para estos cambios, que han traído consigo la aparición de mestizos de smartphone y tableta (las llamadas phablet), de tabletas y ordenadores portátiles (convertibles) y de PC y televisores inteligentes (all-in-one, o AIO).
El Yoga, un ordenador portátil convertible en tableta, va en esa dirección. Este aparato, producido en la planta de Lenovo en Shanghái, requiere la presencia permanente de 68 personas en la cadena de montaje, por 37 para un PC. En este edificio de tres pisos, que dispone de un huerto donde los empleados pueden plantar frutas y hortalizas, se producen 40.000 Yoga cada mes. Y un total de 3,6 millones de máquinas en general, de las que dos tercios son para China.
Pero el gran desafío está en otra parte. El mercado de los smartphones es tres veces más importante que el de los PC, aunque no carece de peligro. Dell y HP lo saben bien, por haber salido escaldados. «En la telefonía, Lenovo utiliza la misma estrategia. Ser líder en su país antes de lanzarse a los mercados emergentes y, luego, a los países desarrollados», explica el analista Steve Zhang, del banco de inversiones Macquarie.La firma china comercializó su primer aparato en 2010 y hoy vende nueve millones de móviles por trimestre. ¿Cómo hacerse sitio en la telefonía móvil frente a gigantes como Samsung o Apple? «Ya somos el número 2 en China, detrás de Samsung. Y solo hemos empezado. Por ahora, nos concentramos en los mercados con fuerte crecimiento: Rusia, Vietnam, Indonesia, Filipinas... Para los mercados más maduros habrá que esperar uno o dos años antes de encontrar teléfonos nuestros», comenta YY.
Lenovo se ha marcado como objetivo superar muy pronto a la coreana Samsung como líder del enorme y competitivo mercado chino, donde los menores de 30 años cambian de aparato cada siete meses. Para el desembarco en Europa y América, el trampolín podría ser la compra de BlackBerry, valorada en 7500 millones de dólares.
Finalmente, aquí les dejo lo que se viene en novedades para los próximos meses (podrán ver los modelos hibridos de Lenovo): What's coming in laptops, desktops, and Windows tablets.
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