Cuando la ciencia ficcion se convierte en realidad

“Sam (Samuel Langhorne Clemens alias Mark Twain) recordó a los chinos de Nevada y de California de principios de la década de 1860, aquellos hombrecitos y aquellas mujercitas, trabajadores, activos, pequeños y sonrientes. Habían recibido un trato inferior al que se daba a las mulas. Les habían escupido, insultado, torturado, apedreado, robado, violado. Habían sufrido todas las indignidades y crímenes que un pueblo podía sufrir. No tenían derecho alguno, ni protección ni protector. Y jamás habían murmurado ni se habían rebelado. Simplemente aguantaban. ¿Qué pensamientos se ocultaban tras aquellos rostros como máscaras? ¿Habían creído, ellos también, en la superioridad de cualquier chino sobre cualquier demonio blanco? Si así era, ¿por qué no habían reaccionado, por qué no se habían sublevado ni una sola vez? Los habrían aplastado si lo hubiesen hecho, pero habrían actuado como hombres por unos instantes.
Pero los chinos creían en el tiempo. El tiempo era su aliado. Si el tiempo no eleva la posición de un padre, elevaría la del hijo, o la del nieto”.


Esta anécdota histórica es sacada de la segunda novela de Ciencia Ficción “El Fabuloso Barco Fluvial”, perteneciente a la Saga del Mundo del Río de Philip José Farmer. Este autor se destaca en su obra, por hacer uso de personajes históricos, así como personajes extraídos de la literatura, por tanto los perfiles de los personajes en su obra se basan en lo que ya está escrito sobre los personajes.

Esta cita, es una anécdota histórico-filosófica sobre el racismo que vivieron los chinos en la época del oeste, durante la construcción de las vías del ferrocarril en Estados Unidos. Me gusta mucho como cierra la cita el autor, ya que es la misma postura que utilizan como estrategia los chinos en la actualidad.

Esta novela va sobre la construcción de un barco, liderada por Mark Twain, pero lo interesante de la obra, es que supone que el perfil de Twain, es liberal y pacifista. Pero su fuerte deseo por “tener su barco”, lo lleva a una serie de cuestiones contrarias a su personalidad, pero que el mismo acepta si quiere “tener su barco”.

El villano (por así decirlo), es el rey Juan I de Inglaterra (1166 - 1216), más conocido como Juan sin Tierra (se ganó el apodo de «Sin Tierra» debido a su carencia de herencia por ser el menor de los hijos y por su pérdida de los territorios en Francia). Sucedió en el trono a su hermano mayor, el rey Ricardo I de Inglaterra (conocido como «Ricardo Corazón de León»). En esta obra el personaje es totalmente Maquiavélico.

Mark Twain es socio de Juan sin Tierra en la construcción del barco, ya que necesita de las habilidades maquiavélicas de Juan para conseguir su objetivo.

El libro es un excelente ejemplo, sobre como se perfilan las economías de guerra. En la novela no existe el dinero, pero existe escasez de recursos naturales, lo que conlleva en un inicio a una economía basada en el trueque y el comercio. Con el paso del tiempo este sistema económico, sufre un aumento en la demanda y una reducción en la oferta, por tanto, la mejor solución es la guerra y tomar los recursos necesarios.

La estrategia empleada en esta novela, para ganar los recursos de los demás, yendo a la guerra, pero con la “trampa” de no ser los iniciadores, sino en defensa, me recuerda al conflicto actual en Siria donde Estados Unidos, busca invadir para hacerse con los recursos de ese país para sus empresas.

Otra recomendación que les puede parecer interesante, así como los que disfrutan viendo documentales, es el programa de televisión “Profetas de la Ciencia Ficción” de Ridley Scott (Director de clásicos del cine como: Alien, Blade Runner o Gladiador).

Resumen del programa:

La literatura está irremediablemente ligada con la ciencia y la tecnología, y esto no solamente se puede ver en la ciencia ficción, sino en todas las áreas de la literatura , y si me lo permiten, en todas las artes, aunque la ciencia ficción es donde, por razones obvias, la relación se hace más evidente.

Muchos autores de ciencia ficción parecen haber visto el futuro antes de escribir sus obras. Julio Verne escribió sobre aparatos que después se hicieron realidad, y las creaciones de la imaginación de Isaac Asimov se materializan al tiempo que escribo esto. No sé si los autores tuvieron la capacidad de preveer lo que pasaría y la tecnología que usamos en nuestro día a día, o si a partir de la ciencia ficción los científicos se vieron influenciados y dirigieron sus esfuerzos a crear tecnologías que habían leído en algún libro de ciencia ficción.

Lo cierto es que los escritores a veces parecen profetas y Ridley Scott ahora ha creado un programa de televisión que muestra a algunos de esos escritores y la ciencia detrás de sus obras, así como las implicaciones que tienen en nuestros días.

Los profetas de la Ciencia Ficción se compone de 7 episodios:
  1. Mary Shelley
  2. H. G. Wells
  3. Phillip K. Dick
  4. Arthur C. Clarke
  5. Isaac Asimov
  6. Julio Verne
  7. Robert Heinlen
  8. George Lucas
En You Tube, con tan solo teclear el nombre del programa encontraran todos los episodios, espero que sean de su agrado.

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