Política Económica y Desempleo
La crisis continua complicandose, presentando escenarios muy negativos a escala mundial, una crisis consecuencia de la mala gestión de los organismos internacionales y la ambición de los bancos y caída de los codigos éticos y morales de las buenas practicas, han arrojado al sistema económico mundial al borde del caos, y con ello se ha llevado de cola a muchos países.
En resumen, tenemos un problema multivariante entre la ineficiencia de las instituciones económicas para actuar, un problema de riesgo moral y selección adversa de las instituciones financieras (bancos, cajas, etc.) sumado a, una mala gestión política y económica por parte de los Estados Nación (incluido un bloque económico como lo es la Unión Europea).
Hace una semana Oliver Blanchard, nos informaba sobre el pronóstico que se avecinaba una débil recuperación económica mundial, no habla de la caída en las perspectivas de crecimiento de la eurozona, Estados Unidos, China, la India y Brasil, en cuanto a la zona euro, se aprecia una creciente divergencia entre los países del núcleo y de la periferia. Particularmente, nos ofrece una visión a corto plazo de lo que esta sucediendo en España e Italia, Francia y Alemania, Estados Unidos, y los mercados emergentes.
El mayor riesgo:
"El riesgo principal es obvio: la posibilidad de que los círculos viciosos en España o Italia se intensifiquen, de que el producto caiga aún más y de que uno de estos países pierda acceso a los mercados financieros. Las implicaciones podrían fácilmente descarrilar la recuperación mundial."
La propuesta de Blanchard
¿Qué políticas se necesitan? Para contener y a la larga resolver la crisis del euro es necesario que se cumplan dos condiciones:
En primer lugar, los países que están bajo presión tienen que seguir avanzando en lo que se refiere a la consolidación fiscal, los ajustes de los salarios y precios, las reformas estructurales y la recapitalización de los bancos cuando sea necesario.
En segundo lugar, mientras estos gobiernos mantengan sus compromisos de reforma, los otros países miembros de la zona del euro tienen que estar dispuestos a ayudarlos a lograr que el ajuste sea viable. Esto implica no solo diseñar una arquitectura a nivel de la zona del euro, sino también estar preparados, a corto plazo, para estabilizar las condiciones de financiamiento en los mercados de deuda soberana.
En Estados Unidos el problema sigue siendo principalmente de orden fiscal.
Las condiciones en las economías emergentes difieren de tantas maneras que no es posible hacer una recomendación sencilla y común para todas. El mejor consejo quizá sea este: prepararse. Prepararse para utilizar políticas económicas y macroprudenciales para responder a un entorno externo complejo. Los flujos de capital probablemente seguirán siendo muy volátiles. Es probable q ue las exportaciones a los países avanzados sigan siendo limitadas.
Por otra parte, se advierte que los riesgos financieros van en aumento, poniendo en peligro la estabilidad financiera mundial, la principal recomendación, es que la zona euro, se estabilice, se integre y crezca. En dicho texto, las recomendaciones son muy similares a las ofrecidas por Blanchard.
Pero profundiza más sobre los riesgos latentes:
En primer lugar, los rendimientos de los bonos públicos en el sur de Europa han aumentado drásticamente, mientras que las condiciones de financiamiento para muchos bancos europeos se han deteriorado.
En segundo lugar, la fragmentación financiera ha intensificado el círculo vicioso entre los bancos débiles y los gobiernos, y amenaza con socavar la unión monetaria. Las salidas de capitales privados han seguido erosionando la base de inversores extranjeros de deuda pública en países como España e Italia. Los gobiernos están recurriendo en mayor medida a los bancos internos para financiar su deuda pública, y al mismo tiempo estos bancos están acudiendo cada vez más al Banco Central Europeo para cubrir sus necesidades de liquidez, dado que para éstos los mercados de financiamiento mayorista siguen estando cerrados.
En tercer lugar, las presiones de financiamiento de las entidades sobernas y los bancos se han propagado al sector empresarial en la periferia de la zona del euro. Estas empresas han enfrentado aumentos de los costos del financiamiento mayorista y una reducción del crédito bancario. También se enfrentan a una gran cantidad de bonos que vencen a corto plazo, lo cual probablemente exacerbará la escasez de financiamiento.
Por su parte, Reino Unido esta aplicando políticas económicas expansivas que buscan reactivar la economía y combatir el desempleo (con una tasa de paro del 8,1% con un desempleo en los jovenes del 22%):
Las 3 políticas prioritarias de Reino Unido:
1. Expansión monetaria para aumentar la demanda y bajar los tipos de interés a largo plazo, mejorando la liquidez de los bancos.
2. Medidas de flexibilización del crédito, vía reducción de los costes de financiamiento de los bancos, a través del programa para la provisión de fondos a los bancos.
3. Disminución del ritmo del ajuste fiscal, como la palanca principal de la política para apoyar la demanda si el crecimiento no se recupera lo suficiente, incluso después del estímulo monetario y las fuertes medidas de flexibilización de crédito se les ha dado tiempo para trabajar. La reducción del déficit del gobierno en los últimos dos años ha creado el espacio necesario que permite volver a calibrar la política fiscal, si es necesario.
En resumen, tenemos un problema multivariante entre la ineficiencia de las instituciones económicas para actuar, un problema de riesgo moral y selección adversa de las instituciones financieras (bancos, cajas, etc.) sumado a, una mala gestión política y económica por parte de los Estados Nación (incluido un bloque económico como lo es la Unión Europea).
Hace una semana Oliver Blanchard, nos informaba sobre el pronóstico que se avecinaba una débil recuperación económica mundial, no habla de la caída en las perspectivas de crecimiento de la eurozona, Estados Unidos, China, la India y Brasil, en cuanto a la zona euro, se aprecia una creciente divergencia entre los países del núcleo y de la periferia. Particularmente, nos ofrece una visión a corto plazo de lo que esta sucediendo en España e Italia, Francia y Alemania, Estados Unidos, y los mercados emergentes.
El mayor riesgo:
"El riesgo principal es obvio: la posibilidad de que los círculos viciosos en España o Italia se intensifiquen, de que el producto caiga aún más y de que uno de estos países pierda acceso a los mercados financieros. Las implicaciones podrían fácilmente descarrilar la recuperación mundial."
La propuesta de Blanchard
¿Qué políticas se necesitan? Para contener y a la larga resolver la crisis del euro es necesario que se cumplan dos condiciones:
En primer lugar, los países que están bajo presión tienen que seguir avanzando en lo que se refiere a la consolidación fiscal, los ajustes de los salarios y precios, las reformas estructurales y la recapitalización de los bancos cuando sea necesario.
En segundo lugar, mientras estos gobiernos mantengan sus compromisos de reforma, los otros países miembros de la zona del euro tienen que estar dispuestos a ayudarlos a lograr que el ajuste sea viable. Esto implica no solo diseñar una arquitectura a nivel de la zona del euro, sino también estar preparados, a corto plazo, para estabilizar las condiciones de financiamiento en los mercados de deuda soberana.
En Estados Unidos el problema sigue siendo principalmente de orden fiscal.
Las condiciones en las economías emergentes difieren de tantas maneras que no es posible hacer una recomendación sencilla y común para todas. El mejor consejo quizá sea este: prepararse. Prepararse para utilizar políticas económicas y macroprudenciales para responder a un entorno externo complejo. Los flujos de capital probablemente seguirán siendo muy volátiles. Es probable q ue las exportaciones a los países avanzados sigan siendo limitadas.
Por otra parte, se advierte que los riesgos financieros van en aumento, poniendo en peligro la estabilidad financiera mundial, la principal recomendación, es que la zona euro, se estabilice, se integre y crezca. En dicho texto, las recomendaciones son muy similares a las ofrecidas por Blanchard.
Pero profundiza más sobre los riesgos latentes:
En primer lugar, los rendimientos de los bonos públicos en el sur de Europa han aumentado drásticamente, mientras que las condiciones de financiamiento para muchos bancos europeos se han deteriorado.
En segundo lugar, la fragmentación financiera ha intensificado el círculo vicioso entre los bancos débiles y los gobiernos, y amenaza con socavar la unión monetaria. Las salidas de capitales privados han seguido erosionando la base de inversores extranjeros de deuda pública en países como España e Italia. Los gobiernos están recurriendo en mayor medida a los bancos internos para financiar su deuda pública, y al mismo tiempo estos bancos están acudiendo cada vez más al Banco Central Europeo para cubrir sus necesidades de liquidez, dado que para éstos los mercados de financiamiento mayorista siguen estando cerrados.
En tercer lugar, las presiones de financiamiento de las entidades sobernas y los bancos se han propagado al sector empresarial en la periferia de la zona del euro. Estas empresas han enfrentado aumentos de los costos del financiamiento mayorista y una reducción del crédito bancario. También se enfrentan a una gran cantidad de bonos que vencen a corto plazo, lo cual probablemente exacerbará la escasez de financiamiento.
Por su parte, Reino Unido esta aplicando políticas económicas expansivas que buscan reactivar la economía y combatir el desempleo (con una tasa de paro del 8,1% con un desempleo en los jovenes del 22%):
Las 3 políticas prioritarias de Reino Unido:
1. Expansión monetaria para aumentar la demanda y bajar los tipos de interés a largo plazo, mejorando la liquidez de los bancos.
2. Medidas de flexibilización del crédito, vía reducción de los costes de financiamiento de los bancos, a través del programa para la provisión de fondos a los bancos.
3. Disminución del ritmo del ajuste fiscal, como la palanca principal de la política para apoyar la demanda si el crecimiento no se recupera lo suficiente, incluso después del estímulo monetario y las fuertes medidas de flexibilización de crédito se les ha dado tiempo para trabajar. La reducción del déficit del gobierno en los últimos dos años ha creado el espacio necesario que permite volver a calibrar la política fiscal, si es necesario.
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