La propuesta de la Comisión Europea de prohibir pajitas de plástico, platos, cubiertos y agitadores de bebidas, y reducir el consumo de muchos otros productos de un solo uso, es más que una idea nueva y agradable. Es un paso que se necesita con urgencia en todos los países, ya que la basura plástica se vierte en los océanos a razón de casi 9 millones de toneladas al año. La avalancha de basura está matando a peces, tortugas, focas, corales y aves, y a los mariscos que comen. Si no se toman medidas, en la próxima década aumentará diez veces. El problema radica en el enorme volumen de plástico existente -más de 9 mil millones de toneladas, la mayor parte producidas desde 2000- y por los esfuerzos fortuitos de la humanidad para deshacerse de él. Tres cuartas partes del plástico producido se desperdicia, y menos de la décima parte se recicla, aunque Europa hace un mejor trabajo que el promedio mundial, reciclando casi un 30 por ciento. En la siguiente Figura, se muestra el ci...