Las economías más innovadoras 2020
Abrimos entrada con un pantallazo a las economías más innovadoras del mundo 2020. En el centro de la figura, se presentan los 3 primeros puestos según región. En la parte de abajo, agrupadas según su nivel de ingreso.
Esta figura forma parte del último Índice de Innovación Global de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la cual clasifica a 131 economías según sus resultados en materia de innovación.
Sin embargo, muchos se preguntaran y ¿cómo se mide la innovación?
Bueno, este índice se basa en dos subíndices: el subíndice de entrada de la innovación y el subíndice de salida de la innovación. El primero se ocupa de los elementos de las economías nacionales que permiten realizar actividades innovadoras, como la investigación y el desarrollo, mientras que el segundo se ocupa de los resultados de esas actividades, por ejemplo, los bienes y servicios creativos.
A continuación se toma un promedio de estos dos para obtener el puntaje general, dándose a cada uno de ellos la misma ponderación. Puede ver un desglose de estos subíndices en la figura que se muestra a continuación.
El siguiente gráfico, nos muestra lo relativo que puede llegar a ser la forma en que medimos el grado de innovación en un país, por ejemplo por el número de patentes. Concretamente, se muestra el número de patentes en el sector de la agricultura.
A la cabeza tenemos a China (con 2007 patentes), que en 2019, patentó en el sector agrícola casi 4 veces de lo que patentó EE.UU. (526). Destaca en sexta posición Brasil con 154 patentes en este sector y en novena posición tenemos a México (76) con casi la mitad de lo que logró patentar Brasil.
La siguiente figura, nos muestra cómo la analítica avanzada puede ayudar a las empresas a través del proceso inventivo desde múltiples ángulos.
Entre los ejemplos de análisis de patentes para inspirar la futura innovación en la agricultura cabe citar la vigilancia de grupos académicos o empresas incipientes muy productivos para determinar posibles objetivos de colaboración; el examen automático de los datos disponibles públicamente sobre las carteras de los competidores y las solicitudes de patentes; la extracción de características de las patentes (como las fórmulas químicas) para revelar los movimientos en el desarrollo de productos a nivel mundial; y la identificación de las nuevas tendencias -que pueden ser contrarias a la intuición- para informar la investigación y el desarrollo.
Por si no se dieron cuenta, en el párrafo antes de la última figura, he resaltado en negrita la frase: "ayudar a las empresas a través del proceso inventivo". Ya que aquí se encuentra el pilar fundamental de toda política de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), que los países aprendan realmente a "inventar inventores", que es justamente lo primero que aprendieron a hacer los países de ingreso alto, que aparecen en la primera figura en el post. Aquí les dejo un excelente artículo sobre este último punto. ¡Hasta la próxima entrada!
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