Caso de estudio: Los Derechos de Propiedad de las fotografías y los efectos de la reputación en las empresas

Arch Enemy, es una banda de Metal y a finales de 2018 estaban haciendo ruido en Internet, y no precisamente por su música. El motivo, una discusión sobre la historia de J. Salmeron, un fotógrafo y abogado al que robaron una fotografía y posteriormente amenazaron con no permitirle fotografiar jamás en los eventos de la banda.

A la izquierda, Angela Gossow ex vocalista de la banda y actual manager, a la derecha, el fotógrafo J. Salmeron.

La historia comienza así: 

J. Salmeron, director de MetalBlast!, tomó una foto de Alissa White-Gluz en vivo durante la presentación que tuvo el grupo en el Fortarock festival de Holanda. La foto gustó tanto que fue publicada por la cuenta de Alissa dando crédito al fotógrafo; sin embargo, días más tarde Salmeron se da con la sorpresa que una marca de ropa (que patrocina a Arch Enemy) usó la misma foto para promocionar sus productos.
J. Salmeron comenta que el no tiene ningún problema en que las bandas usen sus fotos siempre y cuando estos les den los créditos; no obstante, cuando se trata de un uso comercial (para llevar visitantes a una tienda online, por ejemplo), lo único que pide es que den un monto mínimo de dinero para alguna asociación de caridad. Todo bien hasta ahí... pero la respuesta fue lo mejor. 
La marca de ropa le respondió que se vaya al diablo y que le comentaría sobre este problema a la misma banda y su agencia. Y bueno... inmediatamente le llegó un nuevo correo, esta vez de la misma manager del grupo, Angela Gossow, quien le increpó sobre el reclamo detallando que no le parecía "justo" que él quiera "cobrarles" por una foto. Que para solucionar el tema la foto sería eliminada y no solo eso, si no que no habrán más fotos por su parte pues el quedaría prohibido de ingresar a cualquier show del grupo alrededor del mundo.


La imagen de la discordia (J. Salmeron)

Para no hacer larga la historia, las redes sociales ardieron y hasta los seguidores de la banda se pusieron de lado del fotógrafo. Al inicio, Angela Gossow se quiso hacer la víctima, así como victimizar a la banda (tacho de persecución mediática contra Arch Enemy). Unos días después Angela Gossow emitió un extenso comunicado a través de su página de Facebook:

El comunicado de Thunderball Clothing, el 28 de diciembre de 2018:

El comunicado de Thunderball Clothing, el 30 de diciembre de 2018:

En resumen, tanto Angela Gossow de Arch Enemy como Marta Gabriel de Thunderball Clothing, afirmaron que todo el asunto no era su intención, y que durante la discusión en las redes sociales se dijeron muchas cosas falsas (¿es creíble?). Al final, como quien no quiere la cosa, el 28 de diciembre, se terminaron disculpando e indicando que hicieron el donativo solicitado por el fotógrafo, dando así por zanjado el asunto. El 30 de diciembre, Thunderball Clothing anuncia el cese de actividades de la marca...

Este caso en particular, me parece muy interesante, ya que ayuda a la discusión de varios temas de actualidad:
  1. El derecho de propiedad de las fotografías e imágenes en Internet.
  2. Las redes sociales cuando responden a la justicia social y cómo (recordemos que eran seguidores de la banda y por un asunto de "justicia" se viralizó el odio a la banda).
  3. La mala gestión de un incendio mediático en las redes sociales (la importancia de aceptar el error y repararlo a la aparición de la primera chispa o inicio del fuego).
  4. Las consecuencias: La mala reputación y el cierre de una empresa.
Lectura recomendada: A new measure to assess companies’ external engagement

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué significan los números en el triángulo de reciclaje de los plásticos?

Metallica versus Megadeth ¿quien es mejor? la estadística nos da la respuesta

Los programas más usados por economistas