Zeit ist Geld (El Tiempo es oro)

"Every year is getting shorter, never seem to find the time
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the English way
The time is gone, the song is over, thought I'd something more to say"
Time - Pink Floyd (Dark Side of the Moon, 1973)

Imagen: Doodle de Google por el 112 aniversario del nacimiento de José Luis Borges (2012)

El Tiempo, estrictamente hablando, no tiene una definición, ya que es una medida "de tiempo" creada para el hombre, y que es distinta (relativa), según que es lo que se observa (una bacteria tiene un tiempo de vida, los animales otras medidas de tiempo, el tiempo en el espacio, el tiempo en cada planeta varía según las condiciones de cada entorno, etc.).

Los conceptos sobre el tiempo según la Física:

El tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos, sujetos a cambio, de los sistemas sujetos a observación; esto es, el período que transcurre entre el estado del sistema cuando éste presentaba un estado X y el instante en el que X registra una variación perceptible para un observador (o aparato de medida).

El tiempo permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado, un futuro y un tercer conjunto de eventos ni pasados ni futuros respecto a otro. En mecánica clásica esta tercera clase se llama "presente" y está formada por eventos simultáneos a uno dado.

En mecánica relativista el concepto de tiempo es más complejo: los hechos simultáneos ("presente") son relativos. No existe una noción de simultaneidad independiente del observador.

Pues ahora bien, aclarada la relatividad del tiempo, cuando escuchamos la frase "el tiempo es dinero", en economía se interpreta como un coste de oportunidad.

Aunque no lo crean, el tiempo, tiene un efecto multiplicador en nuestras vidas diarias, es decir, será negativo cuando existe un retraso, y positivo cuando se es puntual. Estos efectos son marginales. Cuando se hay un retraso el efecto multiplicador negativo será mayor que el efecto positivo.

Un ejemplo, si se llega tarde a un evento, digamos 10 minutos, y hay un plan con hora de inicio y hora de salida, habrá un efecto retardante de 30 minutos, es decir, si la reunión era de 10 a 11, al llegar tarde 10 minutos, la reunión se retrasa y hasta que inicia, dicha reunión terminará 11.30. Se han perdido 30 minutos.

En cambio, bajo estas mismas condiciones, si se llega a tiempo y se inicia la reunión según lo planeado, es probable que hasta se termine antes de lo planeado, digamos 10.50; de esta forma se han ganado 10 minutos.

Un retraso a lo largo del día, sumara minutos, que al final, tendrán como resultado, que no se hizo todo lo que se había planeado hacer, y se perdió tiempo.

Por otra parte, si se cumplen los horarios según lo planeado, se cumplen los objetivos del día, y al final de la jornada, habrán ganado tiempo, es decir, al final del día les sobra tiempo, el cual se puede gastar en ocio, entretenimiento o descanso.

Es correcto decir, pérdida o gasto del tiempo, ya que el tiempo como tal, no se recupera (hasta que no se pueda viajar en el tiempo al pasado, esto no es posible). Lo que no se hace en el presente, supone una transferencia del coste de oportunidad del futuro. Tal y como suena "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust o la película de Reeves "Pídele al tiempo que vuelva", son alegorías al tiempo perdido e irrecuperable en el plano real y solo recuperable en el plano de nuestras memorias del pasado.

Después de haber leído esto, espero que sean mejores gestores de su tiempo, y aprovechen el tiempo ganado y no perdido.

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