México del futuro, entre la economía de los robots y el wallet de tu abuelita

Hoy en nuestra sección de Colaboraciones Especiales, tengo un invitado muy especial, pero mejor dejo que sea él mismo quien se presente y les cuente sobre su proyecto EdTech en Letonia.

Hola, mi nombre es César pero aquí en Letonia o Latvia donde vivo me he transformado en Cezars, un poco así como el chiste de Deivid y David y soy el fundador de Saule, una startup de EdTech para educación gamificada en el metaverso. Also así como si Minecraft (que tiene una versión de educación muy importante) y Duolingo tuvieran un bebe, eso es Saule. Saule además está registrado ante el ministerio del bienestar (si ya se, pero es bienestar europeo) de Letonia como una empresa social. Y todo esto quiere decir algo, o es solo presumir? Bueno, quiere decir que nuestra compañía tiene oficialmente como meta poder educar sobre tecnología a las personas en situación de vulnerabilidad, como madres solteras, personas de la tercera edad o refugiados de la guerra, con el fin de que, con la ayuda de la tecnología se puedan volver no solamente económicamente productivos pero que ayuden al gobierno a aligerar o eficientar la carga por ayudas sociales en sus comunidades y que tomen orgullo en todo eso, ser productivos y ver por su comunidad. 

Regresando a la conversación del principio, ¿saben a cuáles dos impactantes eventos me refiero? Y no, no son guacamayas ni ningún otro animal. Me refiero a la epopeya de la misión DART de la NASA y a la presentación de Optimus, el robot de Tesla.


Empecemos con la misión DART de la NASA y que fue lanzada en 2021 con un cohete de Space X, por cierto, con el fin de interceptar e impactar el asteroide Dimorphos a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, esto para probar si la fuerza cinética de un cohete lograría modificar la ruta de un asteroide potencialmente peligroso para la Tierra. Dimorphos no presentaba ningún peligro para la Tierra y aunque todavía no hay resultados conclusivos de su resultado, se puede considerar todo el hecho como un gran éxito. El costo de este ejercicio $330 millones de dólares. Para comparar, el AIFA (aeropuerto en el Estado de México) costó $3700 millones de dólares.


En cuanto a Optimus, el robot construido por Tesla fue presentado con gran éxito en su AI Day 2022 como uno de los proyectos más personales del controversial Elon Musk y antes de seguir adelante hay un par de precisiones que hacer para entender mejor este evento. Es muy probable que asocies Tesla con sus coches y pienses, ¿qué hace una fábrica de coches haciendo robots? Sobre esto podemos decir dos cosas al menos: otras fábricas de coches también fabrican robots, como Ford, aunque sus robots son mecánicos y más tradicionales. La otra cosa es que Tesla no es una fábrica de coches, es una compañía de tecnología que fabrica coches y esa tecnología que es la misma detrás del Autopilot de sus autos es la que está en el cerebro de Optimus. Hay muchos más detalles alrededor de la presentación de Optimus y las comparaciones entre éste y los mucho más impresionantes robots de Boston Dynamics pero hay que tomar en cuenta que Spot, su version doméstica cuesta alrededor de $75,000 dólares y es prácticamente un montacargas casero, mientras que Optimus busca colocarse debajo de los $30,000 dólares y será capaz de actuar como un ayudante personal.

Ahora seguramente estás pensando, pues que bien, pero ¿qué tiene de impactante todo esto? Voy a explicarlo y vamos por separado.

Otra vez, comenzamos con la misión DART y si su historia de recuerda a alguna película de desastres como Armagedón o Don´t look up estás totalmente correcto y he aquí su importancia histórica. Este evento marca la primera vez que nosotros, todos nosotros no nada más la NASA, pero todos como raza humana estamos en condiciones de modificar nuestra existencia natural. Es decir, es la primera vez en la historia que podemos hacer algo para evitar la extinción de la humanidad por una catástrofe planetaria gracias a la tecnología. Si los dinosaurios hubieran llegado a tener una misión DART probablemente todavía estarían aquí.  Dejo el dato del costo del AIFA comparado con el costo de DART para que la próxima vez que un político diga en serio o de chiste que no se puede invertir en ciencia lo mandes hasta donde alguna vez se encontró el meteoro Dimorphos, o más lejos si gustas.



La segunda noticia, el robot Optimus, esta es más importante por el impacto real que va a tener en nuestras vidas y durante el tiempo de nuestra vida, es decir en los próximos años. Optimus representa el primer momento en que una Inteligencia Artificial de forma humanoide se integra en nuestras vidas. Tal vez no será este año, ni el siguiente pero en unos cuantos y si el precio de menos de $30,000 dólares se consigue, vamos a comenzar a ver estos robots en más lugares y haciendo más tareas. Tal vez ahora pienses que es probable pero que a ti no te afecta y que tal vez sea un juguete para ricos y tal vez tengas razón pero el precio, esos $30,000 dólares son muy importantes, especialmente para los mexicanos porque en ese momento, va a ser más barato comprar un robot que contratar un trabajador y contra eso México no puede competir. Al menos no en las condiciones actuales.

Hace unos meses y mientras hacía el curso para certificarme como Emprendedor en Web3 con NEAR Protocol, tuve la oportunidad de platicar con John McElligot quien es el CEO de "York Exponential", una empresa de robótica colaborativa, pero también es un futurista que a menudo habla sobre el impacto que tendrá la tecnología, la robótica y la inteligencia artificial en las ciudades rurales de Estados Unidos

Hablamos mucho sobre educación y tecnología, blockchain y Web 3 y en un momento John hizo este comentario: “Es muy interesante sentarnos a platicar de todo eso, pero debes entender algo, el futuro ya pasó”. Es decir, los robots, la automatización, la IA, todo eso que has visto en videos de Twitter o de Facebook, todo eso ya existe, existe desde hace un tiempo, ya está funcionando y se empieza a notar su impacto. Todos esos avances como de película no son para el futuro, todo eso ya pasó hace 3, 4, 5 años. Es muy probable que cualquiera profesión que nuestros hijos tendrán en 10, 15, o 20 años, todavía no haya sido inventada, pero lo que sí es seguro es que será para cubrir una necesidad de este cambio tecnológico. No sabemos qué va a pasar, pero lo podemos imaginar, especialmente si entendemos un poco de tecnología y de cómo funciona realmente la economía.

Después de la plática con John me quedé reflexionando y pensando en ese escenario. Saule nació en parte por esa conversación. Si tu abuela o tu madre todavía no usa el banco por internet, qué va a hacer cuando reciba su pensión en un wallet de crypto. Tendrá dos opciones, aprender a usar un wallet o quedar a merced de las comisiones bancarias centralizadas o descentralizadas que pagará para hacerse la vida más fácil. Toma un momento en esto y dime si no te gustaría que hubiera una forma fácil de enseñarle qué hacer. 

El futuro será un lugar interesante con robots, naves espaciales, metaverso y simulaciones inmersivas pero será un tiempo de responsabilidad, donde ser indolente o irresponsable costará muy caro, más que hoy. Hoy los políticos se acomodan a la sombra de esa indolencia para su beneficio personal pero en un momento ese sistema ya no será viable. O al menos esperamos que así sea.

Recuerden, el futuro fue ayer.

Cezars Torress-Rueda es un emprendedor social en Web3 y futurista. Es fundador de SAULE una startup en Letonia sobre educación en el metaverso.
Podcast: The future was yesterday

Fuentes:

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