El estado actual de los CBDC (Central Bank Digital Currency)

Hace ya 12 años, concretamente el 3 de enero de 2009 se lanza el Bitcoin (del cual yo no hablaría hasta el 2013 en una entrevista para la TV Internacional en México) como un sistema de dinero electrónico en una red entre pares (Peer-to-Peer) este hito tecnológico no sólo supuso el nacimiento a la primer criptomoneda, sino que también nos brindó la conceptualización del blockchain. Desde entonces y con el paso de los años, las criptomonedas han ido agarrando popularidad con efecto de bola de nieve, probablemente motivado más por el anonimato de mover dinero y la especulación.

Sin duda, las criptomonedas serán parte de nuestro sistema financiero global. No obstante, las autoridades de los países se han tardado lo suyo en implementar sus propias Monedas Digitales de Banco Central (CBDC por sus siglas en inglés). El post del día de hoy, tiene el objetivo de poner al día al lector sobre el estado actual de la regulación de las criptomonedas.

El primer gran problema es que el mundo difiere sobre cómo poner orden en el criptomercado (Funcas). Lo que denota que la adopción generalizada de los CBDC aún está lejos. Sin embargo estos son algunos datos que nos ayudan a aclarar el panorama de los CBDC:

• 81 países que representan el 90% del PIB mundial están explorando las CBDC.
• La proporción de bancos centrales que participan activamente en la labor de las CBDC aumentó hasta el 86% en los últimos 4 años.
• El 60% de los bancos centrales están llevando a cabo experimentos sobre CBDC (frente al 42% en 2019) y el 14% está avanzando hacia un acuerdo de desarrollo y piloto.

Aquí, una infografía sobre cómo piensan los bancos centrales sobre la moneda digital (Visual Capitalist).

En definitiva, las criptomonedas se han convertido en una de las principales preocupaciones de los bancos centrales. En una nueva publicación, académicos y responsables políticos repasan lo que se sabe sobre las implicaciones económicas, jurídicas y políticas, donde discuten los proyectos actuales y brindan una visión al futuro. Aunque como se ha visto en este post, sigue siendo difícil llegar a un consenso sobre las opciones "correctas" de la CBDC, al menos de momento surgen perspectivas comunes:

• En primer lugar, el dinero, la banca y los pagos están maduros para el cambio, con o sin CBDC.
• En segundo lugar, es poco probable que el principal riesgo de la CBDC sea la desintermediación bancaria. La privacidad, la política y la información pueden ser en realidad más críticas.
• En tercer lugar, el caso de uso de la CBDC deberá aclararse país por país.
• En cuarto lugar, los parlamentos y los votantes deben tener la última palabra.

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