Unión Europea: impuesto sobre bienes digitales
A partir de este 1º de enero del 2015, entra en vigor una nueva normativa de la Unión Europea (UE), por la cual las compañías que vendan bienes digitales vía Internet deberán aplicar el IVA en el país en el que se encuentra el comprador y no donde tienen su sede como ocurría hasta ahora. Este cambio normativo se traducirá en la mayoría de los casos en un incremento del precio final en cada compra digital.
Los medios de comunicación, han denominado a este impuesto como la "Tasa Amazon". Sin embargo, considero el término incorrecto, ya que:
- No es un nuevo impuesto (o tasa).
- No es exclusivo de Amazon, sino que afecta a todos los agentes que participan en una trasacción de un bien digital.
- Es una corrección "justa" a un problema fiscal dentro de la UE, que otorgaba una ventaja sobre el precio, las ganancias y los impuestos a un reducido grupo de empresas y países, frente al resto de agente económicos.
Esta nueva política fiscal común será aplicada sobre los bienes digitales como son libros digitales, aplicaciones para móviles, contenidos DLC (de descarga), juegos digitales, música, películas, servicios de alojamiento web, suscripciones a servicios digitales, entre otros bienes digitales. Así como, otras tiendas y servicios que cobren por contenido digital, desde las webs de ventas de fotos hasta las empresas dedicadas a la contratación de publicidad, van a tener que ajustarse a la nueva normativa.
Empresas como Google, Apple, Amazon, Microsoft o Steam, tributaban sus ventas digitales en países como Luxemburgo, Irlanda y otros paraísos fiscales, aunque sus ventas se llevasen a cabo en España o cualquier otro país europeo. De esta manera, estas empresas sólo cargaban al cliente entre un 3 y un 15% de IVA, y lo tributaban todo en el país en donde tienen su sede fiscal.
Por tanto, suponía una competencia desleal con las empresas locales que tributan un 21% de IVA en el resto de países de la UE. Además, los países en donde se lleva a cabo la compra, no reciben nada por la transacción.
Por tanto, suponía una competencia desleal con las empresas locales que tributan un 21% de IVA en el resto de países de la UE. Además, los países en donde se lleva a cabo la compra, no reciben nada por la transacción.
Con la nueva normativa, el IVA recaudado «ya no irá a parar al país donde está la sede de la empresa, sino al país donde reside el comprador» y, la Comisión Europea, con esta medida para acabar con la competencia desleal, espera que se recauden 3.000 millones de euros adicionales de IVA en 2015 dentro de los estados miembros.
En cambio, Luxemburgo dejará de recaudar más de 1.000 millones de euros anuales de IVA que se llevaba de los ebooks o apps para móviles vendidos por Amazon o Apple que ahora irán a las arcas de los países miembros.
Aunque estas medidas están dirigidas principalmente a las grandes corporaciones multinacionales como Amazon o Google, el cambio tendrá un impacto significativo en comerciantes y empresas de todos los tamaños.
Se calcula que más de 250.000 negocios europeos se verán afectados por ese cambio de tributación y una parte considerable de ellas serán de tamaño pequeño o mediano, muchas de las cuales actualmente no tienen que registrarse para pagar el IVA en su país de origen.
Los umbrales de registro de IVA varían según el estado miembro de la UE. Por ejemplo, actualmente en España el límite está en los 10.000 euros, aunque, dado que las nuevas reglas contemplan un umbral mínimo general, miles de pymes tendrán ahora que declarar por primera vez el IVA en cualquier venta electrónica transfronteriza, incluso en operaciones de un solo euro. Además, la Comisión Europea ha decidido exigir que las empresas almacenen las transacciones de IVA de los últimos diez años.
En cambio, Luxemburgo dejará de recaudar más de 1.000 millones de euros anuales de IVA que se llevaba de los ebooks o apps para móviles vendidos por Amazon o Apple que ahora irán a las arcas de los países miembros.
Aunque estas medidas están dirigidas principalmente a las grandes corporaciones multinacionales como Amazon o Google, el cambio tendrá un impacto significativo en comerciantes y empresas de todos los tamaños.
Se calcula que más de 250.000 negocios europeos se verán afectados por ese cambio de tributación y una parte considerable de ellas serán de tamaño pequeño o mediano, muchas de las cuales actualmente no tienen que registrarse para pagar el IVA en su país de origen.
Los umbrales de registro de IVA varían según el estado miembro de la UE. Por ejemplo, actualmente en España el límite está en los 10.000 euros, aunque, dado que las nuevas reglas contemplan un umbral mínimo general, miles de pymes tendrán ahora que declarar por primera vez el IVA en cualquier venta electrónica transfronteriza, incluso en operaciones de un solo euro. Además, la Comisión Europea ha decidido exigir que las empresas almacenen las transacciones de IVA de los últimos diez años.
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