Los brotes verdes ahora de Rajoy
En relación con lo que señalaba en la entrada pasada: Optimizar la burocracia española ahora o adelgazar el Estado de mala manera más tarde; y como muestra de lo que vengo argumentando desde hace ya bastante tiempo, los datos me dan la razón sobre la situación real en España:
Recordemos que Zapatero en su momento auguraba "brotes verdes" en la economía española, pues ahora el gobierno de Rajoy alega que los hay, cuando al contrario suponen en realidad señales de debilidad y fragilidad en la economía española, aquí les dejo 3 artículos que validan mi opinión sobre el tema:
1. Otra salida en falso de la crisis: El Gobierno retoma la teoría de los brotes verdes, cuando los expertos prevén más paro y recesión. Rajoy espera un 2013 mejor; los servicios de estudios creen que será igual o peor que este año: "Llegaremos a los seis millones de parados a final de año", vaticina una analista de AFI. Los indicadores adelantados descartan un próximo repunte de la actividad privada.
- Entre julio y septiembre se destruyen 179.400 puestos de trabajo indefinidos
- El paro en España supera el 25% por primera vez en la historia
- La mayor destrucción de empleo se concentra en el sector público
- El número de familias con todos sus miembros en paro continúa al alza
3. Resumen del artículo ¿Y si el rescate no fuera suficiente?
Paul Marson (Reino Unido, 1966), considera que no solo es una cuestión “de aritmética” que España pida el rescate financiero sino que será necesaria una “reestructuración”, metáfora financiera para aludir auna quita de la deuda pública al estilo de la que Grecia aprobó hace unos meses. No ve otra salida si España quiere poner fin a la crisis. Pero lo primero es el rescate.
“Es una especie de juego del ratón y el gato entre el gobierno español y los mercados”, asegura, pero “habrá rescate porque es una necesidad fundamental dado el nivel de endeudamiento de la economía española”.
España va a quedar atrapada en tierra de nadie y eso lleva necesariamente a una reestructuración de la deuda”, asegura.
“la economía tiene cosas buenas y cosas malas”. Entre estas, que la deuda del sector privado sigue siendo “enorme”, casi tanto, a su juicio, como sobrevalorados están todavía los precios de la vivienda, y que la economía prácticamente carece de crecimiento potencial. Entre las positivas, el proceso de reestructuración del sistema financiero y la puesta en marcha del banco malo. Subraya, no obstante, que “los grandes bancos españoles son comparativamente bastante estables” pero insiste en que el persistente deterioro del sector inmobiliario hará mella incluso en los balances de las mejores entidades, como el Santander, dice.
Irlanda y Portugal como precedentes
Aunque con los datos actuales pueda resultar provocadora la idea de una reestructuración de la deuda española, lo cierto es que los precedentes de Irlanda y Portugal, como países sometidos a un programa de ajuste a cambio de un rescate financiero, no ofrece excesivas garantías de que un plan de ayuda europeo acabe con semejante riesgo.
El rescate no ha puesto fin a los problemas de financiación de estos países ni ha logrado estabilizar sus cuentas públicas. Eso explica que ambos gobiernos sigan con máxima atención la evolución de las negociaciones con España para intentar beneficiarse de las condiciones que, en su día, se le impongan.
Irlanda busca que los fondos que ha utilizado para recapitalizar sus bancos no contabilicen como deuda pública, lo que sucedería si se aplicaran los acuerdos de la cumbre europea de junio y los fondos del rescate pudieran recapitalizar directamente a los bancos, un extremo en el que España también ha demostrado máximo interés.
En el caso de Portugal, el Gobierno quiere que el país también pueda acceder al programa de compra de deuda que el BCE ha previsto para España porque eso aliviaría sus necesidades de financiación y podría dedicar parte de los fondos desembolsados por su rescate a programas de estímulo de su maltrecha economía. Francfort, de momento, no se ha pronunciado al respecto.
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