Los nuevos bancos de desarrollo de China
Las instituciones financieras internacionales (FMI, Banco Mundial, BID, BIS, etc.), son bancos creados y respaldados financieramente por países miembros. Las grandes potencias económicas mundiales suelen ser los accionistas de estos bancos que buscan fomentar el crecimiento y el desarrollo de las economías menos desarrolladas, a través de la concesión de créditos blandos (a largo plazo y bajos tipos de interés, a veces, se condonan las deudas impagables).
Sin embargo, en la realidad, los créditos conllevan "recomendaciones" (que muchas veces son obligaciones) y en los altos niveles sirven a intereses de los tenedores de la deuda (tú le debes dinero a un país y necesita tú ayuda con un voto internacional o algún tipo de apoyo), es decir, recibir una ayuda puede suponer un mecanismo de coacción.
En este sentido, por eso a Estados Unidos, siempre le ha interesado ser uno de los mayores accionistas en los organismos internacionales, por que es una forma de mantener la hegemonía y la influencia sobre países y/o regiones.
Así, China busca crear sus nuevas redes de influencia económica, y para ello, emprende la creación de dos nuevos bancos internacionales para el desarrollo.
El primero, con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), llamado Nuevo Banco de Desarrollo. El más reciente, es el denominado como Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB), que contará con un capital autorizado de 100.000 millones de dólares y de 50.000 millones suscrito. La principal función de la entidad será la financiación de proyectos de infraestructura en los países participantes, una de las mayores necesidades de las naciones en vías de desarrollo en Asia y cuyos gobiernos difícilmente pueden asumir en solitario.
Dicho banco, no es del agrado de Japón ni de Corea del Sur, ya que son conscientes, que con un banco así, bajo el control o la influencia de China, se notará en la región.
Cabe destacar, que no se debe de confundir este nuevo banco, con el Banco Asiático de Desarrollo, creado en 1966, donde los accionistas mayoritarios son Japón (15,7%) y Estados Unidos (15,6%), mientras que China está en tercer lugar con un 6,5%.
Los dos nuevos bancos, de momento se encuentran sobre papel, ya que al día de hoy, no cuentan con una página web de los proyectos.
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