Ciclos Económicos



Los ciclos económicos o fluctuaciones cíclicas de la actividad económica, pueden definirse como las oscilaciones de la expansión a la contracción de la economía, que ocurren entre crisis sucesivas.
Cada ciclo económico consta de cuatro fases: ascenso, descenso, recesión, reactivación.
El período más alto del ascenso se denomina auge. Todo ascenso culmina en un descenso. Una crisis se produce en algún momento del descenso. La recesión subsiguiente, es finalmente revertida por la reactivación. No hay una duración fija para cada fase ni para el ciclo en su conjunto, pero la investigación a largo plazo ha permitido establecer duraciones promedio para los ciclos.
El ciclo económico está basado en leyes generales que gobiernan las economías capitalistas, más que en factores políticos o institucionales específicos de países o períodos particulares; sin embargo, como explicó Joseph Schumpeter (1935): cada fluctuación económica constituye una unidad histórica que no puede explicarse sino mediante un análisis detallado de los numerosos factores que concurren en cada caso.
Se conocen tres tipos de ciclos económicos generales y ciclos sectoriales. Los generales son:
Cortos, pequeños o de Kitchin, con una duración promedio de 40 meses, no necesariamente registran una crisis en el descenso.
Medios, o de Juglar, 8 años y medio en promedio, se distinguen por la presencia de auges y crisis cíclicas.
Largos, ondas largas o ciclos de Kondratieff, de un promedio de 54 años de duración: durante la expansión los ascensos son prolongados y más fuertes, las crisis son suaves y las recesiones cortas; durante la depresión los ascensos son débiles y cortos, las crisis muy fuertes y las recesiones prolongadas hasta alcanzar el grado de depresiones económicas generales.
La recesión es un periodo de decrecimiento del Producto Interior Bruto de una economía. La Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (National Bureau of Economic Research) de Estados Unidos considera recesión cualquier decrecimiento continuado de la actividad económica durante dos o más trimestres consecutivos. Una situación continuada de recesión es lo que se conoce como depresión o crisis.
Las causas de recesión pueden deberse a: problemas con la balanza de pagos, alta inflación, alta deuda nacional, a la especulación y burbujas económicas, guerras, excesivos tipos de interés, bajo nivel de consumo nacional, y sobreproducción.
Los efectos de una recesión suelen ser los siguientes: bancarrotas, racionamiento del crédito, deflación, bajas ventas, caída de la bolsa de valores, desempleo y ejecución de hipotecas (embargo).
La estanflación es una recesión con una alta inflación. Cuando la recesión llega acompañada de alta inflación el proceso recibe el nombre de estanflación; está considerado uno de los peores escenarios económicos posibles por la dificultad de su manejo y corrección. Las políticas monetarias y fiscales que suelen utilizarse para dinamizar una economía recesiva empeoran el componente inflacionario de la estanflación y las políticas monetarias restrictivas que se utilizan para combatir la inflación tienden a profundizar y ampliar su componente recesivo.
Sobre el término crisis, hay varios tipos según han sido los casos en distintos países: bancaria (Venezuela, 1994), bursátil, cíclica, de demanda, económica (México, 1994; crash de 1929), energética (petróleo, 1976), financiera (asiática, 1997), hipotecaria (España, 2008), de oferta, etc.
La actual, en principio es una crisis financiera global que terminará convirtiéndose en económica.


Fuente: Wikipedia

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