De agua potable a agua salada en Uruguay: ejemplo de una mala gestión de la crisis hídrica


La falta de inversión, previsión y coordinación por parte de las autoridades en un escenario de sequía, se han convertido en un verdadero cóctel molotov para desatar una crisis hídrica en Uruguay.

A mí de pequeño me enseñaron que el agua debía de ser "inodora, incolora e insabora", es decir, no debe de tener ni olor, ni color, ni sabor. Pues recientemente, el agua de la canilla en Uruguay, pasó de ser agua potable a agua salada.

El problema de la sequía viene desde hace meses, ya en febrero de 2023, OSE (Obras Sanitarias del Estado uruguayo) implementa cortes de agua programados en cinco localidades al ver afectado el suministro por una sequía que ya desde ese entonces se venía ya agravando.

Poco más adelante, se empezaría a prohibir el uso de agua potable para fines no prioritarios para Lavalleja y otros departamentos como Montevideo, Canelones (algunas de sus localidades), Florida, San José y Soriano. En marzo, la persistencia del escenario de déficit hídrico y escasez de lluvias acumuladas pondrían en evidencia embalses secos, lo que causaría que el flujo de algunos cursos de agua que quedarán cortados.

Ante la persistencia del "déficit hídrico y la escasez de agua dulce en el río Santa Lucía y en sus embalses por la sequía que sufre el país, la empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) decidió empezar a partir del 26 de abril a realizar una mezcla diferente del agua disponible" (CNN en español) es decir, la solución ha sido mezclar agua salada con agua dulce (aquí para saber más sobre el aumento de la salinidad).

Concretamente, el cloruro pasó de 300 mg/l a 720 mg/l y el sodio de 200 mg/l a 440 mg/l (UdelaR), alegando que estas medidas "temporales" eran para “asegurar el abastecimiento” de la población del área metropolitana ante el intenso déficit hídrico (El País).

Ante esta situación, el Grupo de Ambiente y DDHH Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de Udelar Colectivo Interdisciplinario TÁ, de la Universidad de la República (UdelaR), emitió una declaración pública sobre la sobre la situación del agua en Uruguay.

En el documento se señala que los nuevos parámetros de cloruro y sodio constituyen un riesgo para la salud de la población de padecer enfermedades agudas y crónicas, pero especialmente a quienes ya experimentan enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, problemas renales, lactantes alimentados en base a leche de fórmula, los niños y las niñas (Nota de prensa). 

Mientras tanto, el Ministro de Ambiente admite que, aunque el agua no es potable, sí es “consumible” porque no cumple con las métricas básicas de lo que se considera potable, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite recomendado de sodio en el agua potable es de 200 mg/l. Mientras que en la Unión Europea, el límite establecido es de 20 mg/l (LaRed21).

Eso no es todo, si tenemos en cuenta que hay más de 2.7 millones de perros (más de 1.8 millones) y gatos (más de 900 mil) en un país de más de 3.4 millones de habitantes (Equipos Consultores). Las mascotas y los animales sin hogar es también un tema, ya que el aumento de sal en el agua podría provocar vómitos y diarrea a los animales y un mayor daño si tienen problemas cardíacos y renales (El País).

Muchos pensarán que en su país no se puede beber agua de la llave (desde siempre). En cambio, el problema en Uruguay, es que el agua si era "potable" y mucha gente tiene la costumbre de beber agua directamente de la canilla (llave) y ahora ya "no es potable".

Un bidón de 6,25 lts. de agua mineral sin gas, cuesta en un supermercado, $129 pesos uruguayos (3.27 dólares), de los cuales $37.82 pesos son impuestos (Twitter). Además, resulta que el sodio al ser un mineral la mayoría de los filtros de agua para el hogar no filtran el sabor a sal. Por lo que todos los que no quieran beber agua salada en Uruguay, nos vemos obligados a comprar bidones de agua, lo que causó un efecto de compras de pánico, logrando el desabastecimiento de bidones de agua potable.

Mientras tanto, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, descartó rebaja en la tarifa de OSE y alertó que si se prolonga la sequía empeorará la calidad del agua (Teledoce).

Tal vez lo más curioso, es que según una encuesta rápida por redes sociales, el 76% de las personas que respondieron a la encuesta prefieren que el agua salga salada frente a un 24% que prefería agua potable y que haya cortes programados del suministro.

Fuente: Twitter
 

Por su parte, el sindicato de OSE señaló en un comunicado que gran parte del problema se debe a lo siguiente:
  • Las autoridades de OSE no comunicaron a tiempo haber agotado las reservas de agua.
  • El agotamiento de esas reservas se ha ido en buena parte en pérdidas de agua potable en las propias redes y sistemas de OSE, que casi la mitad del agua que se bombea no llega al consumo de los hogares, consecuencia de los recortes presupuestarios.
  • Por un lado, la falta de inversión que lleva a tener sistemas obsoletos, a falta de mantenimiento; por otro, la falta de personal [...], que implica que no se puedan reparar las roturas en las propias cañerías de OSE.
  • Las autoridades nunca han tenido un plan serio frente a la falta de agua, cuando Inumet (Instituto Uruguayo de Meteorología) informa que el déficit hídrico comenzó hace tres años.
  • Frente al peligro real del agotamiento del agua, nos anuncian que no hay más remedio que bombear agua con sal; efectivamente, no hay más solución hoy, pero la hubiera habido si, en vez de rifarse a que lloviera más, se hubiera invertido en infraestructura y en reponer personal.
  • Por último, los fenómenos de escasez de agua no son un castigo de la naturaleza, son la consecuencia del manejo del suelo y las aguas de nuestro país bajo un modelo económico agroexportador.

El futuro nos está alcanzando y cada día el problema del abastecimiento del agua se empieza a ver más turbio alrededor del mundo. Por ello, hoy más que nunca, es muy importante la inversión en infraestructura de saneamiento y potabilización del agua.

Cómo citar esta entrada del Blog:

Zorrilla-Salgador, J.P. (2023). De agua potable a agua salada en Uruguay: ejemplo de una mala gestión de la crisis hídrica. Blog El Analista Económico-Financiero, 17/05/2023. Recuperado de [link post]

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