Cronica de una Crisis no Anunciada
Estudio de Caso: Islandia
Hace unas semanas leí el encabezado de una noticia que rezaba así: “Islandia sale a la venta en Ebay”. Obviamente, la salida a venta en Ebay, fue la ingeniosa broma por parte de un internauta.
Lo cual me lleva a contar como un caso estudio la situación económica en Islandia.
Imagínense que Islandia era hasta hace poco un país donde la Policía no lleva armas, no cuentan con ejercito, la cultura emana como flores, es un sitio, limpio, tranquilo, en el que los jóvenes tienen todas las facilidades para formar una familia y las familias, todas las facilidades para comprarse una casa y un coche.
Un país donde se trabaja duro, pero sin matarse, donde puedes interrumpir la jornada laboral para echar una partida de futbolín con los colegas y un día por semana te piden que acudas al trabajo en pijama. Y otro que abraces uno por uno a tus compañeros para crear espíritu de trabajo en equipo. Vamos, el país ideal y utópico materializado. Eso sí, pagando a crédito y tirando de la tarjeta.
Eran según la ONU el país más feliz del planeta, una isla ártica, que no ha querido entrar en la Unión Europea ni adoptar el Euro. Su moneda: la corona.
La situación actual:
En los bancos hay restricciones para sacar euros y tienes que enseñar un billete de avión. No puedes cambiar más de 50.000 coronas por persona (un tercio del sueldo medio). Los islandeses se huelen un corralito a la argentina.
La Bolsa de Valores de Islandia se desplomo un 77 por ciento. La inflación se ha disparado hasta en un 14 por ciento. A principios de año, el euro se cambiaba a 62 coronas. Actualmente, oscila sobre un euro por 150 coronas. Un país dependiente de las importaciones; solo tienen pesca, aluminio, papas y energía geotérmica. Tenían una tasa de crecimiento anual del 4 por ciento, y una renta per cápita superior a los 30.000 euros.
Los Islandeses creían tener una economía tan fuerte, que se daban el lujo de pedir créditos en el extranjero beneficiándose de los bajos tipos de interés. Sus reservas de divisas son de apenas 2.000 millones de euros, mientras su sector bancario tiene activos por 100.000 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha acudido al rescate con una inyección de 4.500 millones de euros, cada ciudadano debería pagar unos 180.000 euros.
Fuente: Carlos Manuel Sánchez: “Islandia: Lunes al sol en el paraíso”, Revista XL Semanal (ABC) No. 1.097, Domingo 2 de noviembre de 2008, pp. 50-56, España.
Resumen elaborado por: Juan Pablo Zorrilla Salgador.
Hace unas semanas leí el encabezado de una noticia que rezaba así: “Islandia sale a la venta en Ebay”. Obviamente, la salida a venta en Ebay, fue la ingeniosa broma por parte de un internauta.
Lo cual me lleva a contar como un caso estudio la situación económica en Islandia.
Imagínense que Islandia era hasta hace poco un país donde la Policía no lleva armas, no cuentan con ejercito, la cultura emana como flores, es un sitio, limpio, tranquilo, en el que los jóvenes tienen todas las facilidades para formar una familia y las familias, todas las facilidades para comprarse una casa y un coche.
Un país donde se trabaja duro, pero sin matarse, donde puedes interrumpir la jornada laboral para echar una partida de futbolín con los colegas y un día por semana te piden que acudas al trabajo en pijama. Y otro que abraces uno por uno a tus compañeros para crear espíritu de trabajo en equipo. Vamos, el país ideal y utópico materializado. Eso sí, pagando a crédito y tirando de la tarjeta.
Eran según la ONU el país más feliz del planeta, una isla ártica, que no ha querido entrar en la Unión Europea ni adoptar el Euro. Su moneda: la corona.
La situación actual:
En los bancos hay restricciones para sacar euros y tienes que enseñar un billete de avión. No puedes cambiar más de 50.000 coronas por persona (un tercio del sueldo medio). Los islandeses se huelen un corralito a la argentina.
La Bolsa de Valores de Islandia se desplomo un 77 por ciento. La inflación se ha disparado hasta en un 14 por ciento. A principios de año, el euro se cambiaba a 62 coronas. Actualmente, oscila sobre un euro por 150 coronas. Un país dependiente de las importaciones; solo tienen pesca, aluminio, papas y energía geotérmica. Tenían una tasa de crecimiento anual del 4 por ciento, y una renta per cápita superior a los 30.000 euros.
Los Islandeses creían tener una economía tan fuerte, que se daban el lujo de pedir créditos en el extranjero beneficiándose de los bajos tipos de interés. Sus reservas de divisas son de apenas 2.000 millones de euros, mientras su sector bancario tiene activos por 100.000 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha acudido al rescate con una inyección de 4.500 millones de euros, cada ciudadano debería pagar unos 180.000 euros.
Fuente: Carlos Manuel Sánchez: “Islandia: Lunes al sol en el paraíso”, Revista XL Semanal (ABC) No. 1.097, Domingo 2 de noviembre de 2008, pp. 50-56, España.
Resumen elaborado por: Juan Pablo Zorrilla Salgador.
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