La reunión de jefes de Estado de la UE se cierra en Bruselas con un paso adelante hacia la unión fiscal y un paso atrás con respecto a las relaciones con Londres
La cumbre deja la solución de la crisis de deuda en manos del BCE: Berlín ha impuesto una salida de la crisis por la vía de la austeridad, con reglas fiscales en las Constituciones y disciplina germánica que incluye sanciones para los incumplidores, cambios en los Tratados y una nueva arquitectura legal e institucional. Una pequeña revolución; una nueva Europa a la alemana, en la que se introduce la toma de decisión por mayoría cualificada para evitar la parálisis.
Mientras tanto la noticia más rompedora ha sido, Reino Unido se desmarca del acuerdo para reforzar la Unión Europea: La ruptura se produce por el rechazo británico a someter su sistema financiero a Bruselas. La estrategia de Cameron deja a Reino Unido aislado en la Unión Europea: La arriesgada negociación da alas a los euroescépticos, que abren el debate sobre la permanencia en la Unión.
En la opinión de Ramón Lobo: Tenemos La City, que inventen ellos.
Y a mí parecer la noticia más relevante: China crea dos fondos para invertir 225.000 millones en la UE y EE UU.
En el pasado, China país comunista por excelencia, enemigo acérrimo del capitalismo, bloqueado comercialmente durante años, ahora resulta ser el gran salvador (que lo piden a gritos EEUU y Europa). Los Chinos, estratégicamente se dejan cortejar y deciden en que invertir con el pretexto de comprar deuda, obteniendo así el favor denegado históricamente de adentrarse de lleno y hacerse con los mercados de occidente:
Cuando todo apuntaba a que el rechazo del Reino Unido a los acuerdos que se alcanzaron ayer de madrugaba en Bruselas iba a llevar el pesimismo a los mercados, China salió al rescate. Ayer se supo que el Banco Popular de China, el banco central del gigante asiático, planea crear un vehículo financiero para invertir hasta 300.000 millones de dólares (225.000 millones de euros), explican fuentes cercanas a la operación. El objetivo de Pekín sería mejorar la rentabilidad de sus reservas de divisas extranjeras -las mayores del mundo-. El organismo operaría con dos fondos, uno destinado a buscar oportunidades en Estados Unidos y otro, en Europa, informa Reuters.
Conocida la noticia, las primas de riesgo de España o Italia, que se dispararon a primera hora de la mañana, se relajaron. En torno a las nueve, la diferencia entre la rentabilidad exigida por los inversores en los bonos a 10 años de España y Alemania rozó los 400 puntos básicos. Al cierre, la diferencia se estrechó y quedó en 360. Una suerte paralela, pero unos peldaños por encima corrió la deuda italiana.
"La cumbre ha tenido una primera lectura negativa. Es cierto que se han puesto las bases para un mayor Gobierno económico. También sale la lectura clara de que el euro no se va a romper. Pero falta mucho camino por andar aún", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. En su opinión, el tono de la jornada estuvo marcado por la información procedente de Asia, más que por lo que había pasado en Bruselas de madrugada. Con todo, la buena recepción de los acuerdos europeos por parte del BCE, su aparente intervención en los mercados y un dato de confianza estadounidense mejor de lo esperado también acabaron contribuyendo a las ganancias.
Para rentabilizar al máximo sus inversiones, China va a crear dos fondos soberanos que estarán ligados a la Administración Estatal de Divisas Extranjeras, la división del banco central encargada de la gestión diaria de los 3,2 billones de dólares (2,3 billones de euros) en reservas que tiene China. Un fondo invertiría en EE UU y se llamaría Hua Mei (China-EE UU), y el otro, Hua Ou (China-Europa). Su diseño sería similar al fondo Hu An, con sede en Hong Kong, también conocido en inglés como SAFE Investment Company, a través del cual SAFE ha comprado acciones en docenas de empresas cotizadas en otros países, según señalan las mismas fuentes.
"China está usando las reservas para proteger su economía de la crisis de divisas, pero más allá de cualquier medida razonable, Pekín tiene más recursos de los que necesita para esto", explica a Bloomberg Mark Williams, de la firma Capital Economics.
Altos funcionarios chinos han comentado en las últimas semanas que Pekín buscará oportunidades en EE UU y Europa, aparte de las inversiones habituales en deuda pública. Una segunda fuente citada por Reuters afirma que el nuevo vehículo inversor podría vender bonos en yuanes en el mercado doméstico, y comprar divisas extranjeras al banco central e incluso a bancos comerciales para sus operaciones en el exterior.
Los líderes europeos han cortejado a Pekín para que contribuya al fondo de rescate de la eurozona. De hecho, el presidente del fondo de rescate europeo, Klaus Regling, viajó a comienzos de noviembre a China para entrevistarse con responsables políticos del país. Pero hasta ahora las autoridades chinas no han ofrecido ningún compromiso firme. La viceministra de Exteriores Fu Ying dijo la semana pasada que Europa no puede esperar que China utilice una gran parte de sus reservas en divisas para rescatar a los países endeudados.
La negativa china ha forzado a las autoridades europeas a buscar alternativas para aumentar los recursos alternativos con los que hacer frente a la crisis de deuda soberana, ya que el BCE, sigue negándose a comprar bonos de forma masiva. Y algún paso se dio ayer en Bruselas en esa dirección. Los líderes europeos dieron luz verde a un préstamo de 200.000 millones de euros al FMI con los que ayudar a los países periféricos del euro. "Esto supone un matiz respecto a lo que dijo Draghi el jueves. El BCE no puede comprar deuda, pero los bancos centrales de cada país sí que pueden prestar dinero al FMI", explica Martínez Campuzano.
La llegada del maná chino cayó mejor en los mercados de renta variable que en los de renta fija. Es conocido el interés de Pekín por invertir en infraestructuras y compañías occidentales. Cree que la crisis ofrece buenas -y baratas- oportunidades. Algunos expertos chinos han manifestado que ahora es el momento para Pekín de negociar duro, con objeto de asegurarse el acceso, el control o incluso la propiedad de marcas de renombre europeas, empresas y propiedad intelectual.
Esta previsión, unida al trompazo del día anterior, se convirtieron en combustible para los índices europeos y estadounidenses. El principal beneficiado fue el selectivo italiano, que avanzó un 3,37%. El español ganó un 2,23%. Londres fue quien menos aprovechó la jornada al ganar un 0,83%.
Mientras tanto la noticia más rompedora ha sido, Reino Unido se desmarca del acuerdo para reforzar la Unión Europea: La ruptura se produce por el rechazo británico a someter su sistema financiero a Bruselas. La estrategia de Cameron deja a Reino Unido aislado en la Unión Europea: La arriesgada negociación da alas a los euroescépticos, que abren el debate sobre la permanencia en la Unión.
En la opinión de Ramón Lobo: Tenemos La City, que inventen ellos.
Y a mí parecer la noticia más relevante: China crea dos fondos para invertir 225.000 millones en la UE y EE UU.
En el pasado, China país comunista por excelencia, enemigo acérrimo del capitalismo, bloqueado comercialmente durante años, ahora resulta ser el gran salvador (que lo piden a gritos EEUU y Europa). Los Chinos, estratégicamente se dejan cortejar y deciden en que invertir con el pretexto de comprar deuda, obteniendo así el favor denegado históricamente de adentrarse de lleno y hacerse con los mercados de occidente:
Cuando todo apuntaba a que el rechazo del Reino Unido a los acuerdos que se alcanzaron ayer de madrugaba en Bruselas iba a llevar el pesimismo a los mercados, China salió al rescate. Ayer se supo que el Banco Popular de China, el banco central del gigante asiático, planea crear un vehículo financiero para invertir hasta 300.000 millones de dólares (225.000 millones de euros), explican fuentes cercanas a la operación. El objetivo de Pekín sería mejorar la rentabilidad de sus reservas de divisas extranjeras -las mayores del mundo-. El organismo operaría con dos fondos, uno destinado a buscar oportunidades en Estados Unidos y otro, en Europa, informa Reuters.
Conocida la noticia, las primas de riesgo de España o Italia, que se dispararon a primera hora de la mañana, se relajaron. En torno a las nueve, la diferencia entre la rentabilidad exigida por los inversores en los bonos a 10 años de España y Alemania rozó los 400 puntos básicos. Al cierre, la diferencia se estrechó y quedó en 360. Una suerte paralela, pero unos peldaños por encima corrió la deuda italiana.
"La cumbre ha tenido una primera lectura negativa. Es cierto que se han puesto las bases para un mayor Gobierno económico. También sale la lectura clara de que el euro no se va a romper. Pero falta mucho camino por andar aún", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. En su opinión, el tono de la jornada estuvo marcado por la información procedente de Asia, más que por lo que había pasado en Bruselas de madrugada. Con todo, la buena recepción de los acuerdos europeos por parte del BCE, su aparente intervención en los mercados y un dato de confianza estadounidense mejor de lo esperado también acabaron contribuyendo a las ganancias.
Para rentabilizar al máximo sus inversiones, China va a crear dos fondos soberanos que estarán ligados a la Administración Estatal de Divisas Extranjeras, la división del banco central encargada de la gestión diaria de los 3,2 billones de dólares (2,3 billones de euros) en reservas que tiene China. Un fondo invertiría en EE UU y se llamaría Hua Mei (China-EE UU), y el otro, Hua Ou (China-Europa). Su diseño sería similar al fondo Hu An, con sede en Hong Kong, también conocido en inglés como SAFE Investment Company, a través del cual SAFE ha comprado acciones en docenas de empresas cotizadas en otros países, según señalan las mismas fuentes.
"China está usando las reservas para proteger su economía de la crisis de divisas, pero más allá de cualquier medida razonable, Pekín tiene más recursos de los que necesita para esto", explica a Bloomberg Mark Williams, de la firma Capital Economics.
Altos funcionarios chinos han comentado en las últimas semanas que Pekín buscará oportunidades en EE UU y Europa, aparte de las inversiones habituales en deuda pública. Una segunda fuente citada por Reuters afirma que el nuevo vehículo inversor podría vender bonos en yuanes en el mercado doméstico, y comprar divisas extranjeras al banco central e incluso a bancos comerciales para sus operaciones en el exterior.
Los líderes europeos han cortejado a Pekín para que contribuya al fondo de rescate de la eurozona. De hecho, el presidente del fondo de rescate europeo, Klaus Regling, viajó a comienzos de noviembre a China para entrevistarse con responsables políticos del país. Pero hasta ahora las autoridades chinas no han ofrecido ningún compromiso firme. La viceministra de Exteriores Fu Ying dijo la semana pasada que Europa no puede esperar que China utilice una gran parte de sus reservas en divisas para rescatar a los países endeudados.
La negativa china ha forzado a las autoridades europeas a buscar alternativas para aumentar los recursos alternativos con los que hacer frente a la crisis de deuda soberana, ya que el BCE, sigue negándose a comprar bonos de forma masiva. Y algún paso se dio ayer en Bruselas en esa dirección. Los líderes europeos dieron luz verde a un préstamo de 200.000 millones de euros al FMI con los que ayudar a los países periféricos del euro. "Esto supone un matiz respecto a lo que dijo Draghi el jueves. El BCE no puede comprar deuda, pero los bancos centrales de cada país sí que pueden prestar dinero al FMI", explica Martínez Campuzano.
La llegada del maná chino cayó mejor en los mercados de renta variable que en los de renta fija. Es conocido el interés de Pekín por invertir en infraestructuras y compañías occidentales. Cree que la crisis ofrece buenas -y baratas- oportunidades. Algunos expertos chinos han manifestado que ahora es el momento para Pekín de negociar duro, con objeto de asegurarse el acceso, el control o incluso la propiedad de marcas de renombre europeas, empresas y propiedad intelectual.
Esta previsión, unida al trompazo del día anterior, se convirtieron en combustible para los índices europeos y estadounidenses. El principal beneficiado fue el selectivo italiano, que avanzó un 3,37%. El español ganó un 2,23%. Londres fue quien menos aprovechó la jornada al ganar un 0,83%.
Comentarios