Los grandes escándalos no han frenado el crecimiento de los usuarios de las grandes tecnológicas
En la era digital, las grandes empresas tecnológicas han convertido nuestros datos personales en su principal recurso. Utilizan nuestra información de consumo para ofrecernos productos y servicios ajustados a nuestros perfiles, muchas veces aplicando precios diferenciados. Sin embargo, la mayoría de los usuarios no son conscientes del valor de su información y con frecuencia se registran en cualquier plataforma sin preocuparse por las implicaciones de compartir sus datos.
De mi correo electrónico:
Imagínate esto: estás en el supermercado, eligiendo los artículos de tu lista. Algunas cosas te dan un capricho (buen aceite de oliva, mini bolitas de mozzarella, tomates cherry orgánicos, prosciutto), mientras que otras no son nada del otro mundo (dos tipos de frijoles, una cebolla roja). Cuando vas a la caja de autoservicio, otra compradora se sienta a tu lado. No puedes evitar notar que tiene una canasta de artículos bastante similar: hay aceite de oliva genérico, queso, un tomate convencional y... ¡mira!
Tú: “¡Tenemos exactamente los mismos frijoles!”
Comprador: “¡Oh, Dios mío! Qué gracioso”.
Tú: “Tengo que preguntar: ¿Estás haciendo una ensalada de frijoles densa?”
Comprador: “¡SÍ! Soy adicta a la DBS. Violet Witchel es una GENIA”.
Los dos se unen por su mutuo amor por la fibra y continúan escaneando sus artículos. Pero cuando registras tus frijoles cannellini, te sorprende el precio. Miras la pantalla del otro comprador y ves que sus frijoles costaban solo $1.99. Los tuyos costaban casi el doble. Sacudes la cabeza, maldiciendo la tecnología de seguimiento del comportamiento de la tienda. Claramente, las diminutas cámaras junto a las etiquetas electrónicas de los estantes reconocieron que estabas dispuesto a desembolsar mucho dinero por algunos artículos y ahora cree que eres un fanático.
El hecho de que la segunda cadena de supermercados más popular de Estados Unidos pronto pueda experimentar con etiquetas electrónicas en los estantes y reconocimiento facial para rastrearnos y cambiar los precios en un abrir y cerrar de ojos es solo una de las muchas razones por las que la gente cada vez desconfía más de la inteligencia artificial. Nadie quiere que sus frijoles cannellini tengan el mismo precio que las entradas de un concierto o los vuelos internacionales, pero esa es la dirección en la que parecemos estar yendo.
No solo muchos de estos algoritmos de IA tienen sesgo racial, de género y socioeconómico incorporado en su ADN, sino que las grandes tecnológicas tienen un incentivo perverso para implementarlos prematuramente: "En esta fiebre del oro moderna, las personas que fabrican los picos ya se están beneficiando generosamente. Desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, los inversores han añadido la asombrosa cifra de 8,2 billones de dólares a las valoraciones de mercado de las seis grandes empresas tecnológicas” (Bloomberg). Y están gastando ese dinero con la esperanza de poder obtener aún más beneficios: Google, Microsoft y Amazon están invirtiendo en energía nuclear sin emisiones de carbono “para ayudar a la carrera por el dominio de la IA”.
Las controversias anunciadas como el "momento de las grandes tabacaleras"* de las tecnológicas no han impedido que se registren nuevos usuarios.
El la siguiente figura se muestra el cambio en el valor de mercado desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022. Se aprecia claramente como el desarrollo de la IA ha disparado el valor de mercado de las grandes tecnológicas.
Fuente: Bloomberg Opinion. You might want to start grocery shopping in a ski mask (16/10/2024).
Reflexiones finales
El caso que se describe al inicio de este post, no es nuevo. Recientemente tenemos el polémico caso sobre la venta de entradas para el concierto de Oasis en Londres en 2025 a través de Ticketmaster ha surgido debido al uso de precios dinámicos, una estrategia que ajusta el costo de las entradas en función de la demanda. Los fans criticaron duramente la práctica, ya que los precios aumentaron de manera significativa minutos después de que salieran a la venta, haciendo que muchos no pudieran acceder a boletos a precios razonables. Esta estrategia fue percibida como un abuso que prioriza las ganancias sobre los seguidores, generando un debate sobre la equidad y transparencia en la venta de entradas.
La falta de conciencia sobre la protección de datos personales expone a los usuarios a un sistema en el que las empresas no solo controlan la oferta, sino también el precio, basándose en patrones de consumo individuales. Es fundamental que los usuarios entiendan la importancia de su información y tomen medidas para protegerla, evitando caer en una red de precios personalizados que podría perjudicarlos a largo plazo.
*El "momento de las grandes tabacaleras" hace referencia cuando a las grandes empresas tabacaleras, se las considera como entes que ejercen una influencia poderosa y negativa.
Si te interesa saber más sobre las grandes tecnológicas que viven un momento como el de las grandes tabacaleras en su momento, aquí te dejo un artículo del 2021 al respecto: Is This Really Big Tech’s ‘Big Tobacco’ Moment? Only Congress Can Make It So (Public Knowledge).
Hasta aquí el post del día de hoy y recuerda que puedes seguirme en X y mantenerte informado de lo último de ciencia, tecnología e innovación en el mundo de la economía y las finanzas.
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