¿Qué pasaría si las megaciudades dominaran en el mundo?
Imagina el futuro en unos años, donde los gobiernos se han descentralizado al nivel de las ciudades. Las conexiones entre ciudades más allá de las zonas conurbanas, se han consolidado en mega-corredores y abarcan las fronteras nacionales y estatales. Entonces nos planteamos ahora ¿Cuál será el papel de las megaciudades en el plano mundial en un futuro no muy lejano?
El crecimiento en el número y tamaño de las ciudades significa que pueden innovar y hacer las cosas con más facilidad. La competitividad de las ciudades determina cada vez más la riqueza de las naciones. Esto plantea la importancia y el poder de las ciudades, reduciendo la brecha con los gobiernos nacionales (igual como ya lo están haciendo las grandes empresas multinacionales).
Las ciudades tienen la capacidad y flexibilidad de poder emularse entre sí y adoptar las mejores prácticas internacionales (muchas veces mejor que las naciones). Las ciudades son responsables directas de la planificación urbana, la zonificación, la vivienda, el agua, el saneamiento y la forma de actuar de la policia. El impacto de las ciudades en la reducción de la contaminación, el reciclado, y la mitigación de los efectos del calentamiento global es a menudo superior a la de la mayoría de los gobiernos nacionales.
Las ciudades de mayor éxito, tal como las naciones más exitosas, tienen: finanzas públicas solidas y estables; bajos impuestos que son simples y competitivos; y cuentan con una regulación empresarial sencilla y transparente; poseen un Estado fuerte e imparcial ante la ley; una amplia apertura al comercio internacional y la inversión extranjera; un ambiente acogedor para el "talento extranjero"; y una conectividad solida, como carreteras, sistemas de transporte, puertos y aeropuertos.
Los ciudadanos valoran un gobierno transparente, responsable y sensible en un espacio geográfico en el que pueden relacionarse. Cada vez más se identifican con las ciudades en las que viven, proporcionándoles un mayor sentido de pertenencia. La interdependencia económica y la gobernanza descentralizada permiten un cambio rápido y sensible. La colaboración entre las ciudades y sus subregiones circundantes sobre las políticas y las mejores prácticas también da forma a cada vez más los problemas mundiales. En este sentido, México Distrito Federal y Nueva York, son un claro ejemplo de ciudades sumamente progresistas, tanto a nivel social como cultural.
Hace tres años, por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial vivía en ciudades. Las 10 mejores ciudades por población: Tokio, (34 millones), Seúl (24,4 millones), Guangzhou (24,2 millones), Ciudad de México (23,4 millones), Delhi (23,2 millones), Bombay (22,8 millones), Nueva York (22,2 millones ), Sao Paolo (20,9 millones), Manila (19,6 millones) y Shanghai (19,4 millones), entran en la lista de los 50 países por población. Existen varias razones para pensar que esta tendencia va a continuar.
El crecimiento de las ciudades fue principalmente un fenómeno de Occidente durante y después de la revolución industrial. Pero la urbanización es ahora predominantemente un fenómeno no occidental. El poder económico y político se están desplazando hacia las ciudades y megaciudades fuera de Occidente, particularmente en las ciudades de Asia.
La urbanización influye en una mayor aparición de las clases medias, que se dan, cada vez más, fuera de Occidente. En resumen, las tendencias de urbanización cambian la economía, y, por asociación, la forma de hacer política en las ciudades. Una fuerte implicación de este escenario es el impacto que tendrá en el sector público. Que dará lugar a la descentralización del gobierno, pasando la responsabilidad de la política a una competencia a nivel municipal. Que podría tener como resultado, la disminución de la autoridad y la fragmentación del gobierno central.
Las implicaciones para los negocios también son fuertes. Cada vez más, las empresas operarán a lo largo de los mega-corredores entre ciudades como parte de las cadenas de suministro globales. Para las empresas multinacionales, las ciudades ya son los puntos nodales que representan clústeres de valor. Las empresas que operan en el ámbito mundial identifican los nichos que las ciudades les ofrecen y actúan en consecuencia. Para las empresas, son las ciudades y no, los países, son el verdadero suministro de la cadena de valor.
Este escenario también presenta una amplia brecha entre lo urbano y lo rural. Las zonas rurales y semi-rurales perderán influencia, junto con los ingresos.
Los Estados nación y la cooperación internacional no van a desaparecer. Pero hay un fuerte argumento a favor a nivel municipal de la descentralización del poder y la política. Las ciudades son menos lentas y burocráticas, que los niveles más altos de gobierno; las ciudades poseen una mayor capacidad de experimentar, innovar y de difundir las mejores prácticas.
Este escenario también presenta una amplia brecha entre lo urbano y lo rural. Las zonas rurales y semi-rurales perderán influencia, junto con los ingresos.
Los Estados nación y la cooperación internacional no van a desaparecer. Pero hay un fuerte argumento a favor a nivel municipal de la descentralización del poder y la política. Las ciudades son menos lentas y burocráticas, que los niveles más altos de gobierno; las ciudades poseen una mayor capacidad de experimentar, innovar y de difundir las mejores prácticas.
Texto original: 2050: What if cities ruled the world? del World Economic Forum.
Por Razeen Sally, profesor visitante de la Lee Kuan Yew de Política Pública de la Universidad Nacional de Singapur, y Presidente del Consejo de la Agenda Global sobre Competitividad del Foro Económico Mundial.
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