Europa implanta los tipos de interés negativos
El BCE ha anunciado que implantará tipos de interés negativos, pero ¿Qué quiere decir esto en realidad?
Primeramente, una “política de 0 tipo de interés” (ZIRP: zero interest rate policy), es una estrategia para intentar estimular el crecimiento económico, por ejemplo en Estados Unidos que llevan 5 años y media aplicándola o Japón que lleva más años que EE.UU. Por otra parte, es la “política de tipos de interés negativos” (NIRP: negative interest rate policy), que es la que llevará a cabo el Banco Central Europeo sobre los 18 países que utilizan el euro (véase los diferentes conceptos y definiciones geo-económicos utilizados para Europa).
¿Qué es un tipo de interés negativo?
Cuando un banco paga el 1% de intereses, quiere decir, que si uno deposita su dinero en el banco, el banco pagará 1 centavo por cada dólar ingresado. Refiriéndonos en los bancos centrales, los bancos comerciales mantienen sus reservas (no físicamente, sino electrónicamente) ingresadas en los bancos centrales. Lo normal, es que los bancos centrales pagan intereses a la banca comercial por mantener su dinero (cuando los tipos de interés son positivos). Con el tipo de interés negativo, sucede lo contrario, son ahora la banca comercial quien debe pagar por mantener su dinero en el banco central (en este caso el BCE: Banco Central Europeo).
Dado que la inflación en Europa se encuentra por debajo del 2% (con riesgo de deflación), el BCE tiene como objetivo combatir el desempleo y las bajas tasas de crecimiento económico de la zona. Por tanto, la solución para el BCE reducir los tipos de interés en negativo. En teoría, si el BCE hace que se sea más caro para los bancos comerciales mantener el dinero, se incentiva a la banca a no retener el dinero, es decir, que lo haga fluir en créditos a las familias y las empresas a un bajo tipo de interés. Sin embargo, un bajo tipo de interés será menos atractivo para los inversionistas mantener su dinero en Europa, podría también propiciarse la caída del tipo de cambio del euro y así recuperar competitividad de las exportaciones europeas.
El problema, podría ser cómo reaccionarían los bancos antes los tipos de interés negativos, lo más lógico, es que si el BCE le cobra a los bancos por mantener el dinero, las banca cobre a los cuentahabientes mayores comisiones en concepto de mantenimiento de la cuenta. Por otra parte, los bancos para no perder clientela, podrían no aumentar el coste de los clientes, absorbiendo ellos las pérdidas del coste que les impone el BCE, reduciendo así sus beneficios.
Suponiendo que la banca sube las comisiones y continúa sin otorgar créditos a las familias y las empresas, y dada la frágil situación económica, supongamos que los clientes bancarios empiezan a retirar su dinero de los bancos. Este caso, es la principal razón que tanto Estados Unidos y Japón, no han intentado implantar un tipo de interés negativo a la economía.
Esto último sería muy probable si se cargan con un alto tipo de interés negativo, sería el caso extremo, obligando a los individuos a guardar su dinero “bajo el colchón” de su casa. De esta forma, se estaría retirando dinero del sistema bancario (reduciendo la liquidez).
Pero vayamos más allá. Miles Kimball de la Universidad de Michigan señala que si no existiera el dinero en efectivo y todo fuese electrónico (que en un futuro cercano será así), los tipos de interés negativo, tendrían un efecto diferente al antes planteado, es decir, en un escenario así, los bancos centrales podrían fácilmente fijar los tipos de interés negativos sobre una economía que se encuentra deprimida, fomentando un mayor gasto y la inversión.
Cabe destacar que aplicar un tipo de interés negativo, no es nuevo, Dinamarca lo aplico en 2012, imponiendo un -0,2% sobre los depósitos bancarios y no paso, ni cambio absolutamente nada.
Así que ya veremos qué es lo que sucede finalmente en Europa con el experimento de implantar un tipo de interés negativo.
Fuente: Europe Gets Negative Interest Rates. What Does That Even Mean?
Primeramente, una “política de 0 tipo de interés” (ZIRP: zero interest rate policy), es una estrategia para intentar estimular el crecimiento económico, por ejemplo en Estados Unidos que llevan 5 años y media aplicándola o Japón que lleva más años que EE.UU. Por otra parte, es la “política de tipos de interés negativos” (NIRP: negative interest rate policy), que es la que llevará a cabo el Banco Central Europeo sobre los 18 países que utilizan el euro (véase los diferentes conceptos y definiciones geo-económicos utilizados para Europa).
¿Qué es un tipo de interés negativo?
Cuando un banco paga el 1% de intereses, quiere decir, que si uno deposita su dinero en el banco, el banco pagará 1 centavo por cada dólar ingresado. Refiriéndonos en los bancos centrales, los bancos comerciales mantienen sus reservas (no físicamente, sino electrónicamente) ingresadas en los bancos centrales. Lo normal, es que los bancos centrales pagan intereses a la banca comercial por mantener su dinero (cuando los tipos de interés son positivos). Con el tipo de interés negativo, sucede lo contrario, son ahora la banca comercial quien debe pagar por mantener su dinero en el banco central (en este caso el BCE: Banco Central Europeo).
Dado que la inflación en Europa se encuentra por debajo del 2% (con riesgo de deflación), el BCE tiene como objetivo combatir el desempleo y las bajas tasas de crecimiento económico de la zona. Por tanto, la solución para el BCE reducir los tipos de interés en negativo. En teoría, si el BCE hace que se sea más caro para los bancos comerciales mantener el dinero, se incentiva a la banca a no retener el dinero, es decir, que lo haga fluir en créditos a las familias y las empresas a un bajo tipo de interés. Sin embargo, un bajo tipo de interés será menos atractivo para los inversionistas mantener su dinero en Europa, podría también propiciarse la caída del tipo de cambio del euro y así recuperar competitividad de las exportaciones europeas.
El problema, podría ser cómo reaccionarían los bancos antes los tipos de interés negativos, lo más lógico, es que si el BCE le cobra a los bancos por mantener el dinero, las banca cobre a los cuentahabientes mayores comisiones en concepto de mantenimiento de la cuenta. Por otra parte, los bancos para no perder clientela, podrían no aumentar el coste de los clientes, absorbiendo ellos las pérdidas del coste que les impone el BCE, reduciendo así sus beneficios.
Suponiendo que la banca sube las comisiones y continúa sin otorgar créditos a las familias y las empresas, y dada la frágil situación económica, supongamos que los clientes bancarios empiezan a retirar su dinero de los bancos. Este caso, es la principal razón que tanto Estados Unidos y Japón, no han intentado implantar un tipo de interés negativo a la economía.
Esto último sería muy probable si se cargan con un alto tipo de interés negativo, sería el caso extremo, obligando a los individuos a guardar su dinero “bajo el colchón” de su casa. De esta forma, se estaría retirando dinero del sistema bancario (reduciendo la liquidez).
Pero vayamos más allá. Miles Kimball de la Universidad de Michigan señala que si no existiera el dinero en efectivo y todo fuese electrónico (que en un futuro cercano será así), los tipos de interés negativo, tendrían un efecto diferente al antes planteado, es decir, en un escenario así, los bancos centrales podrían fácilmente fijar los tipos de interés negativos sobre una economía que se encuentra deprimida, fomentando un mayor gasto y la inversión.
Cabe destacar que aplicar un tipo de interés negativo, no es nuevo, Dinamarca lo aplico en 2012, imponiendo un -0,2% sobre los depósitos bancarios y no paso, ni cambio absolutamente nada.
Así que ya veremos qué es lo que sucede finalmente en Europa con el experimento de implantar un tipo de interés negativo.
Fuente: Europe Gets Negative Interest Rates. What Does That Even Mean?
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