África ya exporta tecnología
Interesante artículo publicado en El País el 3 de diciembre de 2011:
"Para los occidentales, África vive de la ayuda humanitaria, cuando ya exporta tecnología", asegura Erik Hersman. Este bloguero y emprendedor estadounidense creció a caballo entre Sudán y Kenia, país donde se siente más cómodo que en "ningún otro lado". Si en WhiteAfrican.com detalla "los avances en alta tecnología del continente", en AfriGadget.com muestra con humor "el ingenio de sus ciudadanos para resolver los problemas cotidianos". Hersman también es impulsor del iHub de Nairobi (Kenia). "Fue el primer gran centro de innovación tecnológica, ahora hay unos 50 en el continente, y solo tiene un año y medio de vida". Dice que empezó como un "experimento", aunque ya agrupa a más de 3.000 personas y el modelo se está desplegando por otros países.
A la gente le sorprende, dice Hersman, "que haya tecnología africana que triunfe en el mundo, porque no se lo espera. Aunque sea de forma incipiente, ya está ocurriendo". A través del sistema de pagos por móvil Mpesa de Safaricom, filial de Vodafone, por ejemplo, "se han realizado más de 8.000 millones de transacciones financieras". Craft Silicon "exporta desde Kenia sus sistemas bancarios a más de 40 países, europeos y asiáticos principalmente, con los que hace bastante dinero". Sin olvidar el chat móvil Mxit que, dice, tiene tres veces más abonados en Sudáfrica que Facebook y "unos 25 millones de clientes en todo el mundo".
Ushahidi (testimonio o testigo en suajili) es su propia aportación al cambio. Esta plataforma de código abierto fue creada durante la crisis electoral de Kenia en 2008 para que los ciudadanos informasen en tiempo real de los acontecimientos. Ushahidi recogía la información a través de mensajes SMS y correos electrónicos. Datos que automáticamente se visualizaban en un mapa y mostraban la evolución de la crisis en tiempo real. De Kenia saltó al resto del mundo: actualmente hay más de 200.000 desarrollos basados en esta plataforma de mapeo en 132 países. Ha sido útil en el ámbito global, en grandes crisis humanitarias como los terremotos de Haití y Chile o el tsunami de Japón, pero también en el ámbito local. En Egipto, por ejemplo, lo han utilizado ahora para monitorizar las elecciones.
Todo empezó de forma accidental. Crearon Ushahidi entre cuatro personas en tres días durante la primera semana de enero de 2008. "Estábamos cada uno en su casa chateando por Skype. No pensábamos en cambiar el mundo, simplemente queríamos acceder a la información, porque en esos momentos los medios tradicionales estaban siendo intimidados o no podían acceder a los lugares donde estaban sucediendo las cosas".
Hersman y sus compañeros, dice, no inventaron nada nuevo. Los sistemas de mapeo ya existían desde hacía cuatro años, "pero lo utilizamos de forma distinta". En cualquier caso, "si Ushahidi ha cambiado la forma en que fluye la información es por la gente ordinaria, que sabe lo que ocurre en su entorno. Sin su implicación, los problemas no se resuelven, porque la tecnología solo es el 10% de la solución. Lo hemos visto en la primavera árabe, porque gracias a este tipo de tecnologías la gente resuelve sus problemas. Este es el gran cambio, aunque de momento solo veamos la superficie".
África también es un gran mercado. "Los costes para acceder a Internet se están reduciendo, hay una masa crítica de gente con móvil en el bolsillo, pero sobre todo un número creciente de personas que pueden pagar por servicios y productos. Piensa que el 34% de los africanos son de clase media, según datos del Banco Mundial. Por eso empresas como Intel, Google o Facebook, abren oficinas allí. Si lo hacen es porque el continente está creciendo un 5% de media".
El móvil, en su opinión, es uno de los artífices del cambio. "Es difícil evaluar su impacto, porque lo ha transformado todo: la vida en los pueblos, en las ciudades, la forma de trabajar, de divertirse... Cuando fui a vivir a África tardé tres años en conseguir teléfono fijo. ¡Imagínate lo que suponía para una empresa! Hoy la mayoría va con móvil. No hay ninguna tecnología tan rompedora".
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