Adiós a los servicios públicos

El neoliberalismo económico se puede resumir en dos políticas:

1. Libre mercado: Supuestamente esta libertad hace que fluyan de mejor manera los capitales, trayendo más inversión extranjera directa y de capitales, a un país. Sin embargo, también permite su fuga y la quiebra inmediata de una economía o un endeudamiento a un alto coste por la prima de riesgo.
2. Adelgazamiento del Estado: Que el gobierno se vaya quitando peso de dependencias y empresas públicas ineficientes, que sólo generan más deuda interna.

Ahora el mundo, desde el 2008 vive una crisis económica y financiera, que esta arrastrando a los países a tomar políticas de austeridad y la implementación de "Reformas estructurales", haciendo visible ante los ojos del mundo el nuevo orden mundial, al cual hizo referencia recientemente en la ONU el presidente de Uruguay, José Mujica (leer discurso completo).

Por ejemplo, en el siguiente gráfico se pueden apreciar los efectos de las prácticas neoliberales aplicadas en México a principios de los 90's y sus posteriores efectos colaterales.

Gráfico tomado de: El Balance Presupuestal en México

El superávit de 1991-1994, es el resultado de la privatización de servicios públicos como Telmex o Tv Azteca y la banca (privatización de la banca en México), entre muchos otros (véase un resumen de la historia económica de México durante el salinato).

Y bueno, de ahí como resultado de la liberalización del mercado y el adelgazamiento del Estado, se puede apreciar claramente la crisis del 1994-1995. ¿A donde se fue todo ese dinero? Ah! pues se lo llevaron los capitales o "los mercados" (versión de las fuentes oficiales, las no oficiales dicen que ese dinero se lo llevó Salinas vestido de "Chupacabras").

Pues ahora la consigna que buscan las famosas "Reformas estructurales", es la privatización de los servicios públicos, que me referiré a ellos, para simplificar mi argumento, como dos tipos: menores y mayores.

Los menores serán aquellos, que puede que sean realmente deficitarios, y que su privatización sí suponga una mejora para la cudadania a un bajo coste para la misma.

Los mayores, en cambio, serán aquellos, que su liberalización supondrán una pérdida social y un alto coste para los usuarios.

Los menores pueden ser: Correos, las Prisiones, la Recogida de Basura (véase el caso de los servicios postales y las prisiones en Estados Unidos)

Los mayores: Transporte, Agua y Alcantarillados, Educación, Telefonía, Gas y/o Electricidad, Petróleo, Salud o Sistema Sanitario.

El Estado para justificar la privatización de dichos servicios, se vale de un argumento: El Déficit. Y de dos estrategias para conseguirlo:

1. Quiebrelo usted mismo: Alta carga tributaria, corrupción o desfalco de recursos públicos (véase caso Pemex en México).
2. Forzar la quiebra por falta de liquidez: El propio gobierno no te abona lo que debería o va con meses/años de retraso, y por falta de fondos eres declarado en bancarrota y fuerzan el cierre (véase el caso de las escuelas públicas en Chicago). El caso español con las Universidades: Los ‘trucos’ burocráticos dejan a la I+D sin poder cobrar el dinero asignado.

Ahora ya saben por donde va la cosa, en otro post hablare sobre los beneficiarios de estas reformas, Stay Tune! y si les gusta mi blog, no se olviden de regalarme su voto para los Premios Bitacoras (banner a mano derecha en este blog), dan click, validan con su cuenta en Facebook o Twitter y votan (su voto va automático a mí blog en la categoría personal). Muchas gracias de antemano por su apoyo.