Cuando los artistas se venden
Imagen: Tom Waits Con el conflicto en Libia y el Clan Gadafi, sale a la luz el tema de cuando los artistas se venden para satisfacer fiestas privadas que no están bien vistas internacionalmente: "Nos enteramos así de la tarifa habitual para esas funciones: un millón de dólares limpios, gastos aparte. Auténticas vacaciones pagadas: miniconciertos en entornos vip del Caribe o Italia. Ahora alegan que el contrato se firmaba con terceras personas y -aguanten la risa- solo se enteraban in situ de quiénes eran los espectadores. Otros supuestos beneficiarios de la generosidad de la familia Gadafi prefieren callar: se habla de Enrique Iglesias, Lionel Ritchie o Timbaland. El clan Gadafi tenía afición al hip-hop y al R & B, músicas afines a la estética bling-bling, tan apreciada por los nuevos ricos del petróleo. Pero no hay géneros más culpables que otros: prácticamente todas las estrellas, sea cual sea la música que practiquen, están disponibles para los denominados "espect