Los efectos de una política fiscal anti-ciclica: un breve apunte sobre la evidencia empírica
En plena recesión económica y con las arcas públicas vacias, a muchos Gobiernos en el mundo (entre ellos el de México y España) se les ocurre la brillante idea de: Subir los Impuestos.
En Doménech (2004): "Política fiscal y Crecimiento Económico", una de sus conclusiones es que la política fiscal no parece afectar de forma permanente las tasas de crecimiento de la renta per capita sino de forma transitoria, por lo que sólo tiene efectos importantes sobre el nivel de renta a largo plazo.
Un artículo más actual que proporciona evidencia empírica sobre los efectos de la política fiscal en la Unión Europea es el de Benos (2009): "Empirical Evidence from EU Countries", donde se señalan las siguientes conclusiones:
1. El gasto público en infraestructura (asuntos económicos y servicios públicos generales) tiene un impacto positivo sobre el crecimiento.
2. El gasto público en la protección de los derechos de propiedad (defensa y seguridad y orden público) tienen un efecto positivo sobre el crecimiento per-cápita.
3. Los impuestos que distorcionan la economía que son aquellos "impuestos" para aliviar algún problema de manera temporal (por ejemplo, subir impuestos para pagar el seguro de desempleo) es decir, una tasa que se cobra para subvencionar algo que no es en realidad productivo.
4. El gasto público en capital humano para actividades sociales (educación, salud, protección ambiental, religión-cultura-recreación) y la protección social no tiene un efecto significativo sobre el crecimiento per cápita.
Nota propia: cuando hay un crecimiento per cápita alto, el gasto en las actividades sociales son un reflejo/resultado de, no para - por lo menos al corto y mediano plazo.
En la página web de la OECD existen diversos documentos sobre los resultados de las políticas fiscales implantadas en algunos países.
Las políticas fiscales deben de responder a las características y necesidades propias de cada país y según el momento que este pasando. No existe una receta (más si un patron o una línea que sirve de guía) que funcione de igual manera para todos.
Lo que no se puede hacer, es pretender subir impuestos en el momento menos adecuado; lo más sano es el recorte del déficit público (apretarse el cinturon), y lo mejor que se puede hacer siempre, es una inversión en infraestructura que sea estrategica y productiva para la sociedad (y no un gasto inutil que solo alegra momentamente a los votantes, el cual se suele ver mucho - asumir el coste político).
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