Supermercados, guerra de precios y marcas blancas

Hace muchos años se empezarón a vender marcas blancas en los grandes supermecados en México, en aquel entonces yo desconfiaba de la calidad de las mismas. Me decantaba por las marcas bien conocidas y de precio medio-alto (siempre he valorado la relación calidad-precio).

Una vez, un alto mando de uno de esos grandes supermercados mexicanos, me contó que las marcas blancas que les fabricaban a ellos, no eran otras, que las mismas marcas que consumia yo, pero a menor precio, me dijo, que la diferencia del precio radicaba mayormente en la publicidad.

Desde hace algunos años que vivo en España, y desde mi llegada, he ido cogiendo confianza por las marcas blancas, es como todo, sabiendo buscar y provando se van modificando las preferencias; mi restricción (como la de muchos) el límite presupuestario. Podría asegurarles que comparando (por lo menos) Norteamerica con España, aquí hay mucha menos variedad de productos y por consiguiente existe a mí parecer, una menor competencia y altos precios.

Lo que conlleva, al consumo habitual por parte de la población de las marcas blancas...

Eso era en tiempos normales, ahora que son tiempos de crisis, los supermercados españoles empezaron una guerra de precios y una optimización de su stock, es decir, quitar del mercado aquellas marcas o productos que no son sustancialmente rentables, y maximizar la venta de sus marcas blancas.

Que es lo que pasa entonces:

Los provedores se ven afectados directamente, y empresas como Danone.  

Se acentua la degradación del mercado

y una menor opción de elección para el propio consumidor.